En la Comunidad de Madrid existen 132 fincas en suelo rústico dedicadas a grandes eventos, sobre todo bodas. Ecologistas en Acción ha realizado un estudio sobre su impacto. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia anula esta actividad en una de estas propiedades.

Mª Ángeles Nieto Mazarrón. Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid. Mery Veliz Contreras, ingeniera ambiental, autora del estudio sobre fincas rústicas para bodas. Revista Ecologista nº 99.

Desde hace más de una década se está produciendo en la Comunidad de Madrid la transformación de fincas rústicas agropecuarias y forestales en negocios de celebración de eventos (especialmente bodas multitudinarias). Esta nueva actividad, que tiene lugar en entornos naturales de gran valor, genera graves afecciones ambientales, económicos y sociales. Ecologistas en Acción ha estudiado su impacto 1 y lo ha plasmado en un mapa de vulnerabilidad ecológica en el que ha localizado 132 fincas. La autorización de una de estas fincas, ha sido anulada recientemente por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Desde 2006, Ecologistas en Acción y entidades empresariales del sector de la hostelería están denunciando la proliferación de fincas rústicas que se transforman en centros de celebración de eventos, ante la pasividad de las administraciones locales y autonómicas competentes.

En 2012, la mayoría absoluta del Partido Popular en la Asamblea de Madrid dio un importante impulso a este negocio. Bajo el eufemismo “actos sociales y eventos familiares de especial singularidad”, la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas abrió la puerta a legalizar y permitir en suelo rústico, fuera cual fuera el grado de protección, negocios de hostelería encubiertos, lo que hasta ese momento no era autorizable.

Afortunadamente, el Proyecto de Ley de Urbanismo y Suelo de la Comunidad de Madrid, presentado por el Gobierno regional en 2017, no ha llegado a aprobarse, pero contemplaba ampliar los usos autorizables de estas fincas (deportivo, cultural, ocio).

Fuerte impacto

La celebración de eventos reúne a centenares de vehículos, coches y autobuses y cientos de personas, el aforo más habitual es de 400 personas, cada fin de semana, sobre todo en primavera y verano, en actos en los que hay música con un alto volumen e incluso fuegos artificiales. Se requiere habilitar o construir caminos, zonas de aparcamiento, plataformas de hormigón para instalar carpas de gran capacidad, acometidas de luz, etc. Esto sucede en zonas protegidas por la presencia de hábitats de fauna sensible, incluyendo zonas de cría, alimentación, anidamiento y campeo de aves.

Todas estas instalaciones se realizan sin ningún control ambiental y sin que las administraciones públicas dispongan de los correspondientes estudios previos. Por ello, estas actividades industriales de hostelería, realizadas de forma continuada en emplazamientos rústicos determinados, ocasionan importantes impactos en el entorno natural en el que se localizan.

Debido a los efectos que produce esta actividad y a la falta de información, Ecologistas en Acción ha desarrollado una aplicación —que se actualizará periódicamente— que consiste en un visor online constituido por ocho mapas con información específica de cada finca. Se incluye localización y delimitación de la superficie, área afectada, clasificación del suelo, usos del suelo, afección a espacios protegidos y Red Natura, áreas ecológicamente sensibles y fuente de la que se ha obtenido la información.

Existen  en la Comunidad de Madrid 132 fincas en suelo rústico destinadas a bodas, de ellas 24 han sido denunciadas por no tener autorización y solo 38 cuentan con permisos

Los datos más relevantes del trabajo realizado 2 indican que hasta enero de 2019 se han detectado 132 fincas dedicadas a la celebración de actos sociales. Esas fincas se encuentran distribuidas en 62 municipios de todo el territorio de la Comunidad de Madrid, pero sobre todo en la zona oeste.

 

Mapa de fincas rústicas para eventos

Según este estudio, 97 fincas, que corresponden al 73 % del total, se localizan en suelo no urbanizable de protección. Mientras que 34 fincas (26 %) se encuentran en espacios naturales protegidos y más de la mitad de esas propiedades, 64, están catalogadas como Red Natura.

En el trabajo realizado, ante la imposibilidad de cuantificar el impacto ambiental causado en cada una de estas propiedades, por falta de datos y medios, se ha valorado la vulnerabilidad de la zona en la que se localizan. Para ello, utilizando seis indicadores, hidrología, ecosistemas, entornos naturales, suelo, riesgo de incendios y fragilidad del paisaje, se ha creado el mapa de Áreas Ecológicamente Vulnerables de la Comunidad de Madrid. Cuanto mayor sea el grado de vulnerabilidad de la zona, se entiende que mayor será el impacto ocasionado.

Por eso, una de las conclusiones es que de las 132 fincas, 70 (53 %) se localizan en entornos de vulnerabilidad muy alta, 48 en entornos de vulnerabilidad alta y 14 en entornos de vulnerabilidad moderada. Curiosamente ninguna está en un espacio natural vulnerabilidad baja. Esto quiere decir que al situarse la mayoría de las fincas en entornos muy sensibles, el impacto ambiental potencial es elevado.

Demasiadas ilegalidades

En cuanto a la legalidad de estas actividades, no se tienen datos por la dificultad de acceso a los mismos. Son dos administraciones las que intervienen, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, que debe conceder calificación urbanística, y el Ayuntamiento del municipio en el que se localiza, que debe emitir la licencia. Para conocer la situación de cada finca sería necesario que los ayuntamientos facilitasen la información.

Lo que sí sabemos es que de las 132 fincas, al menos 24 de ellas han sido denunciadas en algún momento de su actividad por carecer de autorizaciones y solo se conocen 38 fincas que cuenten con la autorización de la Comunidad de Madrid, paso previo a conceder licencia municipal. Por tanto, podemos afirmar que la mayoría de las fincas estudiadas carecen de calificación urbanística, funcionan ilegalmente.

Recientemente una sentencia el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha anulado la calificación urbanística de una de estas fincas, como consecuencia del recurso interpuesto por Ecologistas en Acción. La finca se sitúa, en el municipio de Madrid, junto al Monte de El Pardo, dentro del espacio protegido Parque Regional de la Cuenca Alta del río Manzanares. El Ayuntamiento y la Comunidad se coordinaron para autorizar una actividad no autorizable y para ello no dudaron en derogar la normativa ambiental y modificar, incluso la ley de declaración del espacio protegido. La finca es propiedad de una fundación presidida, en aquel momento, por la exsocia de la mujer del entonces presidente del Gobierno regional, Ignacio González, hoy condenada por el uso de tarjetas black.

Efectos socioeconómicos negativos

Al impacto ambiental hay que sumar la afección que esta actividad está ocasionando sobre negocios hosteleros legales y asentados en suelo urbano. Según datos de las asociaciones hosteleras, en los últimos años no se ha producido la apertura, en suelo legalizado, de ninguna nueva instalación dedicada a estos eventos. Por el contrario, se ha constatado el cierre de empresas que venían actuando de forma legal, incapaces de competir con los nuevos operadores.

Tampoco debemos olvidar el impacto social. En ocasiones las fincas están cerca de zonas residenciales y el tránsito de vehículos, el ruido, la música, incluso la pirotecnia, hasta altas horas de la madrugada dificultan la convivencia. Cuando las personas afectadas denuncian los hechos, se encuentran con la pasividad de las administraciones. En varios casos, estas personas se ven obligadas a acudir a la Justicia con el coste económico que supone.

Por ello, Ecologistas en Acción exige a las administraciones que no se incremente el número de fincas rústicas dedicadas a celebrar eventos y que se cierren las que no tengan autorización. No se puede seguir aprobando leyes ad hoc para favorecer una actividad que perjudica al medio ambiente, genera competencia desleal y conflictos sociales.

  1. Mapa de fincas rurales destinadas a la celebración de eventos sociales y su impacto en el medio natural
  2. Inventario de fincas rurales