Como ya informamos hace unos días, el Consejo y la Asamblea de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) está debatiendo hasta este viernes 27 de julio los proyectos de reglamentación de la minería del fondo marino. Ecologistas en Acción participa, dentro de la Coalición para la Conservación de las Aguas Profundas (DSCC), entre los observadores que pretenden proteger las profundidades marinas vulnerables de la destrucción masiva inherente a la minería.

La minería en aguas profundas no es la solución a la escasez de materiales que vivimos en la actualidad. Es una huida hacia adelante con consecuencias desconocidas al alterar ecosistemas que nunca antes habían sido alterados por el ser humano. Estamos seguros de que existen alternativas a la minería de aguas profundas que pasan por repensar todo nuestro sistema productivo y el uso que hacemos de los materiales en él. Es necesario potenciar la reducción de la demanda, compartiendo, reutilizando, reparando, reciclando, desarrollando nuevos materiales y rediseñando productos y, en definitiva, un cambio en el estilo de vida debe permitir mantener los minerales en los fondos marinos.

El uso extractivista de los fondos marinos tendría consecuencias difícilmente predecibles. Pero es de esperar una gran afección sobre la biodiversidad presente en estos fondos, muchos de los cuales son considerados vulnerables y, debido a las condiciones de vida, en general tienen muy poca capacidad de recuperación y resiliencia.

La minería en aguas profundas para metales como cobre, cobalto, níquel, manganeso y plata esta a un paso más de hacerse realidad ya que los países miembros de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) siguen redactando este año regulaciones para permitir la explotación minera comercial en aguas profundas de la mitad del océano mundial que se encuentra más allá de la jurisdicción de cualquier nación individual. Si se hiciera realidad, tal minería eclipsaría a cualquier extracción realizada en tierra por su escala. A pesar de ello, el desarrollo de toda esta legislación sigue rodeada de una gran opacidad.

La DSCC continuará solicitando a los países miembros que hagan que la ISA sea mucho más transparente y abierta al escrutinio y a la participación del público. Esto incluye una llamada para que los “contratos” ya emitidos para la exploración del lecho marino y los que podrían emitirse para la minería comercial se pongan a disposición del público, y que el principal órgano asesor de la ISA, la Comisión Jurídica y Técnica, que opera actualmente a puertas cerradas empiece a celebrar reuniones abiertas. Estas llamadas son necesarias para que el mandato de la ISA bajo la Convención del Derecho de las Naciones Unidas funcione “en beneficio de la humanidad como un todo”.