En primer lugar indicar que el caladero La Atunara AND 1-24 (La Línea) comienza en el limite con Gibraltar y termina en el limite provincial con Málaga.

Los moluscos bivalvos se alimentan por filtración del agua de mar, actúan como pequeñas depuradoras.

El primer grupo de estos moluscos afectados será sin lugar a dudas, los mejillones de las plataformas que tan buenos resultados tanto económicos como productivos están dando en La Atunara llegando incluso a entrar en competencia en lo que se refiere a la calidad y precios con los gallegos.

En segundo lugar se afectaran los depositados directamente en los fondos marinos y típicos de la zona de la Atunara, a saber: conchas fina, chirlas, navajas, corrucos, almejas finas, almejas babosas, etc. Teniendo encuesta que el corruco (comercializado bajo la denominación de “Langostillo”) es una especie exquisita de precio astronómico, creará un verdadero quebradero de cabeza a más de una industria.

En tercer lugar, como los efectos de los depósitos por metales pesados son a largo plazo, no tenemos la menor duda que tal como ocurrió con la bahía de Algeciras, paradisíaca, con caladeros A sin necesidad de depuración posterior, ahora son B y con la obligación de que todo lo capturado en ella pase por depuración obligatoria, en La Atunara ocurrirá lo mismo, dejará de ser un caladero A pasando a ser un caladero B Y todos los pescadores que vivían del equilibrio mantenido durante milenios de ese bien natural tendrán que dejar de hacerlo.

Ecologistas en Acción del Campo de Gobraltar se cuestionan:

¿Qué piensa hacer la Agencia Española de Seguridad Alimentaria al respecto?

¿Qué medidas complementarias analíticas sobre el caladero se pretenden adoptar?

¿Qué garantías tienen los consumidores?

¿Existen medidas cautelares?

¿Se ha solicitado a alguna de las administraciones implicadas el tipo de residuos que potencialmente podría afectar al caladero de tanta importancia como es el de La Atunara?