Aparte de incumplir varias directivas comunitarias, supone un engaño para la población de Baza y perjudica gravemente al medio ambiente y a la economía de los pueblos ribereños.

El nuevo proyecto es un burdo remedo del que ya fue rechazado mayoritariamente por la población de la zona. Mantiene la misma clave de entonces y hasta el presupuesto es el mismo: las pesetas en que se estimó en 1993 se han pasado a euros. Así de simple. El Proyecto consiste en extraer mediante una tubería 3000 litros por segundo del río Castril -aunque la tubería proyectada tiene más capacidad- y llevarlos hasta el canal de Jabalcón para poner en regadío 1500 nuevas Has. en el término de Baza. De entrada en el Plan Nacional de Regadíos no hay contempladas ninguna nueva hectárea de riego para la zona. Además, la dotación que preveía la Confederación para las 4000 Has. que pensaba abastecer -según el antiguo proyecto- era de 8000 m3 por Ha. Esto es una barbaridad, ya que con las nuevas técnicas de riego, con la mitad se pueden mantener perfectamente los cultivos.

Según un estudio coordinado por la Universidad de Granada, y en la que han participado distintos científicos de diversas universidades, la riqueza ecológica del río Castril en todo su tramo es enorme, y no se puede permitir el río la extracción del agua que pretende el proyecto.

Se engaña a los habitantes de Baza diciéndoles que todo este «esfuerzo» va por ellos, ya que, cuando únicamente se podrían sacar caudales significativos del río, sin que supusiera un grave quebranto ecológico, sería en los meses de invierno, cuando no hay nada que regar en Baza pero, curiosamente, sí en la agricultura bajo plástico de Almería. Si tenemos en cuenta que el Canal de Jabalcón y el tubo hacia el Almanzora se tocan, no es descabellado suponer que no se va a desperdiciar el agua.

Este proyecto, que es totalmente distinto al que se rechazó a pesar de mantener la misma clave y de haber pasado las pesetas a euros, no ha sido expuesto a información pública, por lo que incumple toda la normativa española y europea. Además no se sabe si hay hecho el Estudio de Impacto Ambiental preceptivo. Es curioso que se licite una obra a escondidas, a pesar de que la Directiva Marco de Aguas exige la participación de los ciudadanos en este tipo de proyectos.

El río Castril se encuentra encuadrado dentro de la Directiva Hábitats como ecosistema a proteger y en él se encuentran especies estrictamente protegidas por la ley española y europea y que correrían un grave peligro si se cambian los caudales del río.

Hay diversos estudios económicos que cifran en más barato y con nulo impacto ambiental la elevación del agua desde el embalse del Negratín hasta el Canal de Jabalcón, por eso los habitantes de la zona que se sienten perjudicados exigen que el coste de los nuevos riegos lo asuman los beneficiarios y no se cargue este despropósito sobre la sociedad en su conjunto y a expensas del patrimonio natural común.

Los habitantes de la zona han pedido mayoritariamente a la Unión Europea que no subvencione este proyecto y, además, han solicitado directamente a la ministra de Medio Ambiente que lo retire para siempre.