Actualmente, la Consejería de Medio Ambiente se encuentra recabando información sobre la posibilidad de declarar la Laguna de Herrera como Humedal Andaluz, y su inclusión en el Inventario de Humedales de Andalucía. Es ampliamente conocido el parecer favorable a tal protección por parte de entidades sociales y agrarias de Antequera y su entorno, tan representativas como son: la Plataforma Ciudadana Antequera Habitable, Asociación de vecinos de la Vega de Antequera, Federación Coordinadora de Asociaciones de Vecinos Las Almenillas de Antequera, Horticultores el Torcal, Comunidad de Regantes Río de la Villa, Comunidad de Regantes del Río Guadalhorce y COAG, que se han posicionado claramente a favor de la recuperación y conservación del importante humedal que constituye la Laguna de Herrera.

Sin embargo, causa gran extrañeza el pronunciamiento en contra de tal protección por parte de la asociación agraria Asaja Málaga, que se moviliza contra la protección de 97 hectáreas de humedal, mientras supuestamente no parece importarle la amenaza de recalificación de unos 16 millones de metros cuadrados de la Vega antequerana para proyectos urbanísticos insostenibles. Esta organización basa su discurso en argumentos de escasa consistencia, como son las supuestas limitaciones que se puedan dar en el uso del agua o en la utilización de fitosanitarios para el tratamiento de los cultivos del entorno de la laguna.

JPEG - 16.1 KB
Biólogo de Ecologistas en Acción inventariando la laguna

Contrariamente a estas afirmaciones, la recuperación de la Laguna de Herrera será perfectamente compatible con la explotación agrícola de su entorno. No se encuentran motivos para considerar que las actuales concesiones legales de agua que se vienen realizando para extracción de pozos, y el suministro para riego -siempre que se realicen de manera legal y no abusiva-, no puedan mantener su continuidad en los mismos términos y condiciones en que actualmente se vienen realizando. Por el contrario, drásticas limitaciones hídricas se impondrían en caso de ser declarado sobreexplotado el acuífero de la Vega de Antequera, evitable precisamente con actuaciones como la protección de la Laguna de Herrera, verdadero embudo colector del acuífero de esta masa de aguas subterráneas. Asimismo, la utilización de abonos en los cultivos del entorno, también estaría garantizada. Hay que decir también, que la zona de afección de protección de la laguna rondaría unas 97 hectáreas, y no obligatoriamente las 7.000 Hás. que forman su cuenca.

Esta convivencia armónica entre lagunas protegidas y agricultura queda patente en ejemplos de la comarca de Antequera tan relevantes como son las Reservas Naturales de las Lagunas de Campillos, y La Ratosa, en Alameda, donde ambos intereses, agricultura y conservación, llevan tiempo coexistiendo pacíficamente, sin queja por parte de los agricultores. En estos enclaves protegidos, los colectivos de agricultores y ganaderos forman parte del Patronato de la Reserva, participando de este modo en las decisiones relativas a su gestión.

Por todo ello, la protección de la Laguna de Herrera será precisamente uno de los principales garantes para la conservación de la agricultura en todo su entorno circundante, todo lo contrario que el urbanismo desaforado al que contrarresta, con beneficios tan destacados como la función que desempeña el humedal para la recarga del importante acuífero subterráneo, en lugar de la actual eliminación de aguas exsitu a través del canal de evacuación; la factible potenciación en un futuro de la agricultura biológica en todo su entorno, hoy muy demandada en los mercados internacionales, y progresivamente en auge también en los nacionales; la posible obtención de ayudas agroambientales para las explotaciones que realicen una agricultura sostenible; la contribución al desarrollo rural, aportando un elemento más al patrimonio natural y cultural de Antequera y su entorno, valor añadido a estos terrenos por la singularidad ecológica y paisajística que aportaría a dichas tierras y por ende a toda la Vega de Antequera; fomento del turismo de naturaleza, y de observación de la avifauna; o la creación de un importante recurso para la educación medioambiental de cara a la población escolar y al resto de usuarios, entre otros beneficios.

Estas declaraciones del sindicato agrario Asaja a nivel local entran en total contradicción con la política que defiende Asaja, en defensa de la agricultura de conservación en el entorno de zonas naturales húmedas, que le han valido recientemente al reconocimiento por parte de la Comisión Europea por su trabajo en el marco del Proyecto LIFE Humedales Sostenibles, de Asaja-Sevilla, y en el que han participado más de 20.000 agricultores. Dicho proyecto –según palabras textuales de la Comisión Europea- pone “en evidencia los beneficios medioambientales, sociales y económicos que se pueden obtener mediante la aplicación de prácticas de agricultura de conservación en el entorno de zonas naturales húmedas”, además del “valor incuestionable para la protección de la red de humedales (…), especialmente en el marco de la integración de los temas medioambientales en las actividades económicas” (Revista Agrodigital, 16/05/08).

Desde Ecologistas en Acción de Antequera se envía a los agricultores del municipio un mensaje de tranquilidad, pues el verdadero enemigo de la agricultura y de la Vega antequerana evidentemente no se encuentra en la regeneración de la Laguna de Herrera, sino en el urbanismo desaforado y el crecimiento insostenible que la amenaza, al que dicha protección contribuirá precisamente a reducir.