Hasta la fecha, la concesión de la acreditación «Banderas Azules» por parte de la Federación para la Educación Ambiental en Europa (FEEE), con el apoyo económico de la Comisión Europea, ha supuesto un verdadero fraude: el distintivo azul se concedía más en función de los intereses turísticos que de las excelencias medioambientales de las playas. Esta situación ha motivado la retirada de la subvención por parte de la UE y la necesidad de que los ciudadanos y usuarios sepan a qué atenerse respecto a la salubridad y calidad ecológica de las playas.

Para contribuir a esta información, Ecologistas en Acción de Cádiz ha hecho pública la concesión del distintivo «Banderas Negras», con el propósito de que se subsanen y corrijan los niveles de contaminación que siguen soportando nuestras playas, incumpliendo flagrantemente la obligación legal de depurar integralmente todos los vertidos a las aguas continentales y marítimas, que establece el Real Decreto 509/1996 de tratamiento de las aguas residuales urbanas, y llegando a situaciones tercermundistas inadmisibles a las puertas del siglo XXI.

Pero no es solamente la calidad de las aguas el criterio que hemos seguido a la hora de inspeccionar el estado del litoral gaditano. Las agresiones urbanísticas y la limpieza de las playas son otros parámetros que hemos tenido en cuenta, de forma similar a la campaña «Cuidemos la Costa» (Coastwatch) que anualmente se realiza con el respaldo del Parlamento Europeo y la Dirección General XI de la Unión Europea. De cada una de la playas a las que se le ha otorgado una «bandera negra» se ha realizado una ficha técnica justificativa de la acreditación, que por supuesto está a disposición de todas las personas y entidades interesadas.

El propósito que nos mueve con esta iniciativa no es ahuyentar el turismo ni poner «rejones de castigo» a los ayuntamientos que mantienen en mala calidad sus playas; creemos que el mantenimiento del buen estado de las aguas y de las playas es una exigencia ineludible que continuamente vemos incumplida, a pesar de que el mayor y mejor atractivo turístico es ofrecer una costa en perfecto estado de salud ambiental, además de ser uno de los compromisos de «desarrollo sostenible» emanados de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. Deseamos que los ayuntamientos que se han ganado a pulso este baldón, lo asuman como un requerimiento para que saneen sus playas y pongan fin a la degradación ambiental del litoral.

Es inadmisible que a estas alturas, y según datos de la Consejería de Medio Ambiente:

•La mayoría de los Ayuntamientos no tienen inventariados el total de sus aliviaderos de pluviales y gran cantidad de los definidos como tales por las entidades consultadas recogen aguas de otros orígenes.

•No existen datos sobre las características básicas de los efluentes en la mayoría de los casos.

•La localización de las conducciones submarinas (incluidos emisarios y aliviaderos) son en su mayoría desconocidos para las entidades que gestionan estos elementos.

En octubre de 1996 la Consejería de Medio Ambiente había inventariado 451 puntos de vertido al litoral de Cádiz, lo que representaba un cuarto de millón de m3 aguas residuales al día, de los cuales ¡150.000 m3 no estaban autorizados! De dicha cantidad, 75.000 m3 tienen origen industrial. Aunque en los casi tres años transcurridos desde la publicación del informe han entrado nuevas estaciones depuradoras en funcionamiento, la situación no ha cambiado básicamente: una buena cantidad de municipios costeros no tienen autorizaciones de vertido, carecen de instalaciones de depuración o las tienen en malas condiciones. En el año 96, de las 73 estaciones depuradoras consideradas en el litoral de Cádiz, 53 presentaban un estado malo o sin evaluar. La situación de los emisarios submarinos no era más satisfactorio: de los 10 contemplados, 6 presentaban un estado malo o sin evaluar.

No puede sorprender por tanto que en la labor inspectora que hemos realizado en estos últimos meses, hayamos considerado que hay 8 PLAYAS MERECEDORAS DE LA ACREDITACIÓN DE «BANDERAS NEGRAS». Las playas «galardonadas» son las siguientes:

1ª) Playa de La Calzada y Las Piletas en Sanlúcar de Barrameda. Por verter al arroyo canalizado que desemboca en la playa aguas fecales, como evidencian las arenas negras y la proliferación de algas verdes (Enteromor-pha), bioindicadoras de contaminación. Denunciado judicialmente en Sanlúcar el 4 de febrero de este año.

2ª) Playa de La Costilla en Rota. Emisario de aguas fecales procedente del municipio de Rota y de la Base Naval, con rotura del aliviadero y del emisario submarino. A pesar de contar con una depuradora en La Ballena, solo se conectan los volúmenes necesarios para riego de los campos de golf. Proliferación también de algas (Ulva) bioindicadoras de contaminación orgánica.

3ª) Caño Sancti Petri en San Fernando. Recibe las aguas negras de casi 100.000 habitantes sin ningún tipo de tratamiento. Denunciado reiteradamente en el Ayuntamiento, Delegación de la Consejería de Medio Ambiente, Juzgados y la Unión Europea. Nula voluntad municipal para acometer las obras ineludibles para conexión con la futura EDAR de Cádiz-San Fernando. Extremado riesgo de afección a la salud de la población (zona de pesca y marisqueo) y al medio ambiente (dentro del Parque Natural de la Bahía de Cádiz).

4ª) Playa de Caños de Meca (Mari Sucia y La Laja) en Barbate. Ocupación ilegal por las edificaciones del dominio público marítimo-terrestre, ausencia de depuración, sin red de abastecimiento de agua potable, sin alcantarillado, contaminación del acuífero costero. Se trata de aguas de baño y pesca; la urbanización «Playas del Estrecho» tiene depuradora, pero no funciona.

5ª) Playa de Zahara de los Atunes, en Barbate y Tarifa. La desembocadura del arroyo Cachón está convertido en una cloaca a cielo abierto, al recibir los efluentes sin depurar de toda la población e instalaciones colindantes. Denunciado el año pasado ante la Consejería de Medio Ambiente y los juzgados. Periódicamente se abre la lengua arenosa de la desembocadura y se evacuan las aguas putrefactas al mar.

6ª) Playas (?) de Campamento, Puente Mayorga y Guadarranque en San Roque. Vertidos industriales y urbanos con depuración deficiente. Degradación de las playas, invasión del dominio público marítimo-terrestre, problemas sanitarios por dermatitis, conjuntivitis y hongos. Reiteradas denuncias administrativas y judiciales contra CEPSA por vertidos industriales.

7ª) Playa de Poniente en La Línea. Vertidos urbanos sin depurar directamente a la playa, cerrada por contaminación en los veranos del 97 y 98, rellenos por carretera y portuarios, denuncias ante el ayuntamiento de La Línea. Máximo riesgo sanitario.

8ª) Litoral gibraltareño. Vertidos urbanos e industriales sin depurar a lo largo de 10 kilómetros, problemas sanitarios, continuos rellenos para edificaciones, carreteras y aeropuerto. Denunciados ante la Unión Europea en los años 97 y 98.
Además de estas banderas negras, consideramos que existen otras situaciones que, sin revestir la gravedad de lo anteriormente reseñado, sí se hacen acreedoras de ser «puntos negros» y, caso de no corregirse, serían candidatas a la obtención de banderas negras la próxima temporada. Estos «puntos negros» del litoral gaditano son:

·La playa Camarón en Chipiona, que recibe aguas sin depurar.

·Vertido de la depuradora de El Puerto de Santa Mª, junto a la playa de Las Murallas y Puerto Sherry. Estas aguas fecales se vierten por el emisario submarino roto de la EDAR Las Galeras, con una depuración totalmente insuficiente.

·La playa de Novo Sancti Petri en Chiclana, por soportar las urbanizaciones de «alto standing» que han sepultado los cordones dunares, destruido pinares y enebrales, y ocupado terrenos de dominio público marítimo-terrestre.

·La playa de Bolonia, que sufre los vertidos de aguas negras al Arroyo Alpariate y la proliferación de edificaciones ilegales.

·La playa de Los Lances, a la altura de la urbanización de Las Cañas, con vertidos directos a la playa.

·La playa de La Concha en Algeciras, con vertidos de aguas residuales, malos olores e intenso tráfico de mercancías peligrosas en el acceso norte.

·La playa de Palmones en Los Barrios, por soportar toda la contaminación de Acerinox.

Hacemos mención por último a la presencia de contaminación por metales pesados (sobre todo zinc) en las playas de la provincia de Cádiz analizadas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) durante este año. Sería necesario incorporar a los análisis microbiológicos y fisico-químicos que establece el control sanitario oficial de las aguas de baño (Real Decreto 734/1988), analítica para evaluar la presencia de metales pesados como arsénico, zinc, cromo, níquel y plomo.

Confiemos en que estas «distinciones» de banderas negras se truequen en verdaderas banderas azules de aguas y arenas limpias y de un litoral ecológicamente saludable para el año próximo.