Carta enviada al Diputado provincial de Medio Ambiente y al Presidente de la Mancomunidad de la Sierra.

Sr. Diputado Provincial de Medio Ambiente. Diputación de Cádiz (Cádiz).

Sr. Presidente de la Mancomunidad de la Sierra de Cádiz.

Ecologistas en Acción quiere transmitirles su más profunda preocupación por el estado de deterioro y abandono que actualmente sufren las instalaciones de la perrera de la Mancomunidad de la Sierra de Cádiz. Esta infraestructura que se puso en marcha tan sólo hace unas fechas con un importante desembolso de dinero público parecía que iba a resolver satisfactoriamente la demanda social de atención a los animales abandonados de toda esa comarca gaditana. Incluso, seguimos sus primeros pasos con gran interés dado el planteamiento novedoso con que se afrontaba una imaginativa política de adopciones que ha dado sus frutos en contra de otras prácticas mucho más cercanas a nosotros (el Refugio de puerto Real) donde lo único que se ha primado en su vergonzosa historia es la retirada de los animales de la vía pública y su exterminio sistemático.

Ahora, por las noticias que tenemos, se está procediendo al cierre de la perrera de la Sierra, despedido a sus empleados más comprometidos y dejando sin atención sanitaria a los animales que aún se encuentran allí alojados, cuando no son sacrificados sin ningún tipo de alternativa. Este paso atrás nos parece totalmente injustificado y un anacronismo que debe desterrarse a la mayor brevedad. Dado que se están conculcando muchos preceptos recogidos en la nueva Ley de Protección Animal, nos vemos obligados a instarles en la medida que tienen comprometidas responsabilidades directas en la solución de este problema, se den las instrucciones oportunas para regularizar el servicio de atención a los animales abandonados con criterios de calidad para el mantenimiento de los animales en estas instalaciones públicas y sobre todo con alternativas humanitarias que posibiliten la reinserción de esta población canina en otros hogares.

Ambas actuaciones son igualmente importantes, por lo que no vamos a aceptar soluciones que contemplen la eliminación física como único camino para resolver el problema de la masificación en la perrera de los animales que se abandonan.

En este sentido nos parece imprescindible que se acuerde un modelo de práctica de gestión que contemple en sucesivas adjudicaciones de este servicio público los siguientes principios orientadores:

1ª Unas instalaciones dignas y con suficiente capacidad para albergar a los animales abandonados en condiciones de bienestar, erradicando la masificación y el hacinamiento.

2º Una dotación de personal y medios técnicos suficiente para atender zoosanitariamente a los animales alojados con garantías para su salud y atenciones básicas.

3º Un Programa de Educación Ambiental en la zona procedencia de los animales abandonados que incida progresivamente en la tasa de abandono, la identificación total de la población canina mediante microchip y la necesidad de generalizar la esterilización, con evaluaciones periódicas de su efectividad.

4º Un Programa (fundamental) de Adopciones que recoja nuevas alternativas como el uso de la red de internet en la búsqueda de adoptantes, colaboraciones con ONGs nacionales y extrajeras, política de apadrimanientos… que permita -igualmente- un proceso de apertura de los centros de acogida caninos, no como centros de extermino que conviene aislar de la vista de la sociedad para que no se perciban nuestras propias vergüenzas, sino que admita las colaboraciones de sectores del voluntariado social en la gestión y mantenimiento de las instalaciones y la apertura de la perrera a los colectivos sociales del entorno como centros educativos, tercera edad, ..y otros.

5º Una línea de trabajo y colaboración con el Cuerpo de Bomberos, Protección Civil, Policias… y otras autoridades, que permita emplear a ciertos animales de las instalaciones en programas de adiestramiento para colaborar con operaciones de rescate, salvamento, vigilancia… o en terapias específicas para colectivos con disminución sensorial, afectiva, psicosocial… de manera que se incremente la percepción de la utilidad social de estos animales y se valore su ayuda inestimable, no ya exclusivamente como animales de compañía, sino con aportaciones como las señaladas.

Por todo ello Ecologistas en Acción exige a las Autoridades de la provincia una nueva forma de enfocar el problema del Abandono de Animales que tenga en cuenta estos principios orientadores. No basta con que se adjudique el Servicio a empresas que presenten propuestas basadas en número de operarios, medios de transporte, equipamientos para la incineración, etc, etc. Es necesario que su perfil se ajuste más y mejor a aquellas propuestas que incidan mucho más en el bienestar animal y a su gestión integrada como animales a los que la Ley reconoce derechos básicos que hay que respetar. Por ello no ahorraremos esfuerzos hasta que a empresas como Refugio de Puerto Real se les rescindan todas y cada una de las concesiones de Adjudicación del Servicio de Recogida de Animales Abandonados, ya que en su dilatada historia no ha demostrado más que malas prácticas profesionales, algunas de dudosa legalidad, y sobre todo una falta de sensibilidad total para incidir positivamente en el destino final de los animales, que en ningún caso debe ser su aniquilación sistemática, como esta empresa viene demostrando.

Para nosotros el modelo sobre el que debería ponerse a trabajar la Administración, primer responsable legal de este servicio, debería ser la creación de una o varias Empresas Públicas que den servicio a las distintas comarcas de la provincia y que incorporen en su gestión los principios que enumeramos más arriba y que asuman la participación social en su organigrama. Hay numerosas experiencias de ello en otros territorios y comunidades,…sin la tutela de una ONG como las Protectoras de Animales de las que hay varias en Cádiz, es muy difícil garantizar que ningún modelo funcione aunando criterios de eficacia y respeto por los derechos de los animales. Por ello pedimos que cualquiera que sea la decisión última que se tome al respecto (empresa pública/empresa privada) se dote siempre de las garantías que supone la presencia de los Colectivos Animalistas en la Supervisión y Control de este servicio.