Con el apoyo de Ecologistas en Acción, llegó ayer hasta la tribuna del Agua de la Expo 2008, la marcha que se inicio en Tosos por el Huerva Vivo, para reivindicar un río vivo frente a amenazas como la de un trasvase y el recrecimiento del pantano de las Torcas con fines urbanisticos.

Desde intereses inmobiliarios se está promoviendo la desecación del río Huerva. Con el objetivo no confesado de construir nuevas urbanizaciones en Aguilón, Fuendetodos, la Puebla de Albortón, Valmadrid y Villanueva, desde sus respectivos ayuntamientos, se está promoviendo un transvase, desde el río Huerva a la comarca del Campo de Belchite y a la cuenca del río Aguasvivas. Acompañando este trasvase, se proyecta también el recrecimiento del embalse de Las Torcas, en Tosos, para “dar la puntilla” al río Huerva.

Por ejemplo, a 20 kilómetros al sur de Zaragoza capital, en Valmadrid, se promueve un proyecto para la construcción de una gran urbanización de un millar de viviendas. La zona carece de suministro de agua pues es terreno árido. Pero los especuladores inmobiliarios han visto la oportunidad de crear esta ciudad dormitorio trasvasando agua del Huerva, desde 30 kilómetros de distancia. Para ello quieren realizar el recrecimiento del embalse de Las Torcas que regula el escaso caudal de este río.

La Confederación Hidrográfica del Ebro les ha hecho una primera concesión de agua, que la Asociación Huerva Vivo ya impugnó, de 104 millones de litros anuales (3,32 l/seg.) y han comenzado las obras para ampliarla a 630 millones de litros (20 l/seg)

Es una concesión que jamás tenía que haberse comenzado a tramitar, porque:
- Se falseó el lugar de captación.
- Se ocultó al Ayuntamiento de Tosos, desde donde se iba a hacer la captación.
- Nunca justificaron la necesidad del agua. Esta claro que no es necesidad, sino ambición de agua para beneficios particulares. El ayuntamiento de Fuendetodos, por ejemplo, quiere vender la que le sobra a la cantera de Azuara.
- La Directiva Europea del Agua rechaza trasvases intercuencas, como en este caso.

Tememos por la vida de nuestros ríos debido al cambio climático. Pero el río Huerva, modesto, hermoso y sustentador de la vida en su ribera, corre un peligro mayor e inmediato: quienes están obligados a protegerlo, han comenzado a secarlo. Es un proyecto disparatado e injustificable, que pretende incluir una llevada de aguas a Villanueva de Huerva (que la recibía directamente del río, que toca a sus casas) después de hacer gasto para elevarla más de 100 m. a un depósito y hacerle una conducción de 9,2 Km. que cuesta 359.000 € (unos 60 millones de pesetas). Y lo peor es que no son 60 millones tirados, sino usados para perjudicar al río.