Para Ciudadanos contra la Especulación Urbanística, el dictamen de la Comisión sobre gestión del suelo en la Comunidad de Madrid es simplista porque reduce el problema del precio de la vivienda a una supuesta escasez del suelo que no es tal. Es obvio que el objetivo primordial de la Comisión de expertos es justificar el seguir recalificando terreno en Madrid, eliminar la vivienda protegida y reducir las cesiones y aprovechamientos públicos, por eso lo califican de parcial y teledirigido. Además, no se hace ninguna referencia a la verdadera razón del incremento de los precios de la vivienda, el negocio de las plusvalías.

Los portavoces del colectivo aseguran estar preocupados por el contenido de la propuesta, excesivamente coincidente con los objetivos e intereses de los promotores inmobiliarios y alejada de la realidad social y ambiental de la Región. En este sentido, califican de cinismo intolerable intentar eliminar la vivienda protegida aludiendo que favorece el incremento del precio de la vivienda.

Igualmente aseguran que un grave error que comete el dictamen es el considerar el suelo y la vivienda como una mercancía cualquiera cuando en realidad se han convertido en un objeto de inversión. De ahí que sus precios se hayan visto impulsados al alza cuando la caída conjunta de la bolsa y el tipo de interés desincentivó las alternativas de inversión, induciendo a la gente a adquirir y conservar la propiedad de un amplio stock de suelo urbanizable y de viviendas como inversión.

Por ello, seguir recalificando suelo no va a conseguir disminuir el precio de la vivienda. De hecho la sobredimensión del suelo que se recalifica anualmente como urbano o urbanizable denota que este suelo se valora más por las expectativas que ofrece, que como materia prima para construir.(Actualmente en la Comunidad de Madrid existe suelo vacante para construir unas 570.000 viviendas, mientras que al año se vienen construyendo unas 50.0000)

Para moderar los precios es mucho más efectivo desinflar las expectativas de “creación de valor” que hacen atractivo mantener solares y pisos en propiedad como inversión. Por ejemplo, un impuesto sobre las viviendas secundarias y desocupadas o el simple traslado de la desgravación fiscal desde la construcción y compra de viviendas en propiedad hacia su alquiler, serían mucho más eficaces para favorecer un uso más eficiente del stock de viviendas y moderar su precio, que aumentar todavía más el ya sobredimensionado suelo urbanizable. Se trataría de volver a utilizar el alquiler como medio de rentabilizar la propiedad inmobiliaria, en vez de las plusvalías; de promover el uso más eficiente y la rehabilitación del patrimonio construido, frente a la construcción nueva; se trataría en suma de volver a promover la vivienda y el suelo como bienes de uso y no de inversión.

A juicio del colectivo la Comunidad de Madrid está trabajando al dictado de los constructores, lo que le empuja a elaborar leyes que sustituyen el beneficio social por el beneficio particular de un determinado sector. Por ello, han convocado una concentración el próximo domingo 27 de febrero en la Puerta del Sol.