Ecologistas en Acción considera que las medidas contra la crisis financiera que ha presentado el Gobierno intentan una huida hacia este modelo de economía de casino que se ha demostrado insolidario e insostenible, además de económicamente nefasto.

A juicio de Ecologistas en Acción el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está estafando a la población con las medidas contra la crisis financiera que acaba de presentar.

El presidente afirma que el mercado español no está contaminado por las “hipotecas basura” pero, sin embargo, pone en marcha un plan de inversión de hasta 50.000 euros, equivalente en tamaño relativo al de Estados Unidos. Si la banca española sólo tiene problemas de liquidez y es la más sólida del continente europeo, como afirma el presidente, esta medida resulta absolutamente desproporcionada. Para Ecologistas en Acción la medida parece intentar adelantarse a la quiebra de algún banco español fruto de las fuertes caídas que ya han sufrido en la Bolsa.

El ministro de economía ha presentado recientemente los Presupuestos Generales del Estado más restrictivos de los últimos años. En ellos, por ejemplo, se recorta el presupuesto del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, entre otros, como el de Sanidad y Consumo. Llama poderosamente la atención que resulte que sí se puede hacer un esfuerzo de endeudamiento importantísimo para ayudar a la banca, que es altamente responsable de la situación actual, pero no así para políticas que puedan acercarnos hacia la sostenibilidad.

La organización ecologistas también denuncia que el Gobierno afirme estar gobernando para toda la ciudadanía, mientras toma medidas que van a beneficiar fundamentalmente al gran capital. Medidas que, sospechosamente, se toman justo después de una reunión entre el presidente del Gobierno y los principales bancos españoles. ¿Por qué el presidente no se reúne para escuchar a otros agentes sociales que estamos proponiendo otro tipo de medidas que no sean más de lo mismo?

El Gobierno afirma que los activos que va a adquirir son seguros, al tener calificación AAA. Pero, una de las cosas que han quedado claras en esta crisis, es que las agencias de calificación han caído en un descrédito absoluto. No sólo por su incapacidad de predecir la caída de gigantes bancarios a los que habían otorgado las máximas calificaciones de confianza, sino también por ser una parte fundamental del sistema financiero corrupto que ahora se derrumba.

Ecologistas en Acción también denuncia la utilización de fondos públicos para ayudar a la banca privada. La banca no es quien está sufriendo realmente esta crisis. Es la población con menos recursos la que se está quedando sin trabajo, que es a quien habría que ayudar. Alimentar el mismo sistema especulativo que nos ha llevado a la crisis actual no es una salida real, sino una huida hacia adelante, hacia el precipicio. Es gratificar a quien nos ha situado en la crisis.

La organización ecologista considera que, para recuperar el empleo avanzando hacia una sociedad sostenible, es necesario dedicar esa tremenda inversión en otros fines que no pasen por mantener la suicida obsesión por el crecimiento.

Algunas de las medidas son: reconvertir la industria de la construcción en un medio rural vivo basado en la producción agroecológica, invertir en el desarrollo de energías renovables cerrando centrales térmicas y nucleares en sustitución, o desviar los fondos dedicados en grandes autovías y trenes de alta velocidad en una economía basada en circuitos de distribución cortos. Este tipo de medidas, no sólo dibujan un sistema económico en paz con el planeta y que satisface nuestras necesidades básicas, sino que generará un mayor número de puestos de trabajo que el actual. Eso sí, dificultan la acumulación de capital y poder en pocas manos.