ENTREVISTA A DANIEL LÓPEZ, representante de Ecologistas en Acción de Cádiz y miembro de la comisión de energía y residuos a nivel andaluz.

1. ¿Qué cree que ha significado 20 años de Ley de Costas en Cádiz?

2. ¿Cuáles cree que han sido sus principales problemas? ¿y sus virtudes?

3. ¿Qué papel han jugado y los grupos ecologistas, conservacionistas…, en la gestión del espacio público costero gaditano? ¿Y cuál podrían jugar en un futuro? ¿Qué podrían aportar?

4. ¿Cree que hay una buena concienciación ciudadana en Cádiz? ¿Tienden al asociacionismo? ¿Existe una voluntad participativa? ¿Está preparada la ciudadanía para la participación?

5. ¿Cree necesario una reforma en la Ley de Costas? ¿En qué sentido?

¿Qué cree que ha significado 20 años de Ley de Costas en Cádiz?
El balance es un poquito ambivalente. Hay unas grandes conquistas y grandes avances. Recuerdo cuando salió la Ley de Costas y fue un bombazo, era una Ley totalmente progresista, para nosotros era música celestial. Luego, claro, cuando ya vas haciendo el seguimiento de los 20 años ves que hay grandes avances pero también grandes empantanamientos.

A nivel digamos urbanístico, la Ley de Costas ha cosechado un fracaso estrepitoso. No ha conseguido parar el “Tsunami de hormigón”. Nuestros informes lo demuestran y desgraciadamente no vemos avances de un año para otro, y eso que la ley en un principio nos amparaba, establecía el DPMT, la zona de servidumbre ampliable a 200 metros que no se ha hecho prácticamente en ningún sitio. En definitiva, el dinero ha ido por delante de la planificación y no al revés. En cuestiones urbanísticas es una ley absolutamente traicionada y olvidada.

Los problemas han sido por ejemplo, la cantidad de obstáculos y bloqueos que ha tenido a la hora de aplicarla, tanto a veces por parte de la propia administración, como sobre todo por la cantidad ingente de intereses y tensiones que están presionando el litoral, un lugar de generación de plusvalías tremendo. Otro problema es la concurrencia de competencias. Como las administraciones competentes sean de diferente color político ya sabes que la situación va a ser de parálisis absoluta.

En definitiva, que se ha usado la ley como un arma arrojadiza entre unas administraciones y otras, y la ley tampoco ha sido especialmente fina para intentar que la gran cantidad de administraciones competentes se pongan de acuerdo. Esta ley no prevé ningún mecanismo de coordinación, tan sólo establece la competencias y este tema lo deja a la buena voluntad de las administraciones.

A nivel por ejemplo de vertidos la verdad es que fue bastante innovadora, aunque ya se ha quedado un poco obsoleta, sobre todo con la Directiva Marco de Aguas. Lo que entonces era habitual, que era que todos los municipios costeros enviaran sus aguas al mar sin depuración, algo absolutamente impresentable, se abordaba en la ley estableciendo ya canon de vertidos. Se está consiguiendo que todos los municipios si no tienen la depuradora, tengan por lo menos intención de tenerla. La ley tenía muchas posibilidades pero la verdad es que los logros absolutamente menguaditos, y luego también le ha faltado reorganizar la casa. Las Demarcaciones de Costas eran un instrumento administrativo bastante desajustado en relación con lo ambicioso que era la ley, porque eran órganos absolutamente burocráticos, tecnocráticos, donde no había ni un biólogo y donde se entendía que en el litoral lo que había que hacer era solo obras y más obras y el objetivo de calidad naturalística y paisajística del litoral, a pesar de que estaba incorporado en la ley, sus técnicos no tenían ni intención de llevarlo a cabo y a veces incluso ni idea.

En definitiva, la ley ha sido un instrumento muy bueno pero con un grado de aplicación práctica bastante insuficiente, y que ahora habría que completar y perfeccionar con un carácter un poco más integrador, más completo y complejo de lo que es el litoral.

¿Qué papel han jugado y los grupos ecologistas, conservacionistas…, en la gestión del espacio público costero gaditano? ¿Y cuál podrían jugar en un futuro?
Han jugado un papel activo. Hemos sido por denuncias, informes que hemos hecho (como Banderas negras que llevamos haciéndolo 10 años) y por el seguimiento (por ejemplo lo que hacen nuestros compañeros de Verdemar en el campo de Gibraltar). Esa labor de seguimiento constante y denuncia implacable ha conseguido que muchos problemas salieran a la luz y que algunos efectivamente se abordaran. Pero tampoco hemos hurtado la participación. Por ejemplo, cuando se hizo el documento de ordenación de la Janda Litoral participamos también nosotros, desgraciadamente fue un intento frustrado porque no ha tenido viabilidad práctica, se quedó en papel.

En relación a nuestro papel futuro, es complicado que hagamos todavía más de lo que hacemos, pero cada vez se nos escucha más. Somos de las poquitas ONG que somos absolutamente independientes, pero estamos desbordados por la falta de relevo generacional. Ahora los activistas en vez de ser jóvenes son jubilados (que con su tiempo y saber hacer aportan mucho), pero nuestra debilidad es de capital humano. Por lo tanto, más de lo que hacemos, por incapacidad física, que no por ganas o preparación, no podemos.

¿Cree que hay una buena concienciación ciudadana en Cádiz? ¿Existe una voluntad participativa? ¿Está preparada la ciudadanía para la participación?
No hay una buena concienciación en Cádiz a nivel del litoral. La gente no tiene información de la complejidad del medio costero y no tiene la capacidad de valoración del medio frágil y amenazado que es el litoral. No saben la joya que tienen por ejemplo los chiclaneros, si no, no hubieran permitido lo que se ha hecho en el Novo Sancti Petri o no hubieran sido parte activa en esas por lo menos quince o veinte mil viviendas ilegales que afean el municipio. Hay un desajuste entre la sensibilización del ecologista y el apoyo ciudadano que muchas veces no existe.

En relación a la participación, hay que decir que no hay voluntad participativa, pero ésta tampoco se facilita desde la administración. Por ejemplo, el acceso público a la información medioambiental ¿en qué consiste?, la música es preciosa, incluso la norma (la Directiva, El Convenio de Aarhus, la gobernanza,…), pero luego cuando hay un proyecto realmente importante el acceder a la información te cuesta dios y ayuda, le cuesta a gente que está acostumbrada a bregar con la información y sabe dónde consultar, no digamos ya a un ciudadano medio, que está desinformado; le torean, le marginan y le ignoran. El acceso público a la información es falso y no digamos ya la participación activa, más falso todavía. Yo estoy en el Consejo Andaluz de Medio Ambiente, teóricamente el órgano máximo de Andalucía para tratar los temas ambientales, ¿en qué se convierte en la práctica?, en expositores de lo bien que lo hace la administración, en power points maravillosos y todo chorreo unidireccional de los avances que hacen las administraciones; y como tengas espíritu crítico hay una apisonadora que intenta silenciar a toda persona que no es digamos correo de transmisión y que no aplaude. En la práctica la participación real en las políticas y planes brilla por su ausencia.

¿Cree necesario una reforma en la Ley de Costas? ¿En qué sentido?
Complicado. Desde luego se ha quedado obsoleta, la Directiva Marco de Aguas establece muchos requerimientos, pero también dado que muchos de los capítulos de la ley de costas están todavía en blanco, por desarrollar, hagamos primero esto. Muchas veces adolecemos en nuestro país de hacer una nueva normativa cuando la anterior a veces ni se ha culminado y a veces ni siquiera iniciado.

Yo no tengo una respuesta a esta pregunta, me daría con un canto en los dientes con que estuvieran todos los deslindes hechos y con que la ZSP se ampliara a 200 metros. Y luego si a eso le integramos por ejemplo una política de GIZC, yo creo que no sería necesaria una ley.
Se pueden hacer también algunos ajustes, alguna actualización, para adaptarse un poco al nuevo contexto con la Directiva Marco de Aguas, etc…, yo creo que la ley del 88 tiene todavía muchos aspectos por desarrollar, por ejemplo el aspecto de la participación y la coordinación institucional, pero siempre se puede hacer una normativa que la complete. No soy muy partidario de que se hagan nuevas leyes. Una de las cosas que estamos rectificando es relativa al principio de proximidad (que cuanto más cercana es la gestión de los intereses ciudadanos, ésta es mejor). Pues en el caso de la costa esto no es cierto. Muchas veces la distancia te permite una mayor independencia y una mejor gestión. Por ello, en relación a la transferencia de competencias a las autonomías, los ecologistas no somos partidarios, sobre todo en temas urbanísticos. Hay mayor independencia y fiabilidad desde Madrid que desde Sevilla.

Entrevista realizada por miembros del grupo de investigación sobre Gestión Integrada de la Costa que dirige Juan Manuel Barragán, de la Universidad de Cádiz.