El premio Atila 2004, que se concede a la persona o institución que durante el año en curso más ha destacado por su nefasta actuación medioambiental, en contra de toda lógica y de lo que hoy, aunque sea con la boca chica, todos defienden como desarrollo sostenible, ha sido ganado por méritos propios por

JOSÉ ANTONIO CARRILLO SERRANO, JEFE DEL SERVICIO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y MINAS, por el nulo control que ejerce sobre las canteras en toda la provincia y pos su incapacidad de obligar a las empresas a acometer los planes de restauración que exige la legislación vigente. La situación ha llegado a tal extremo que los dueños de las canteras se dedican a reconvertirlas en polígonos industriales, llamando a eso cumplimiento de los planes de restauración. A la hora de conceder permisos de explotaciones los aspectos ambientales son los últimos en ser tenidos en cuenta, si es que se han visto, por lo que numerosas industrias extractoras de otras comunidades se están afincando en Granada ante las dificultades que encuentran en sus provincias de origen, donde aplican la ley de forma más efectiva en beneficio de todos.

El premio Aguas de Mayo, que se concede a la persona o Asociación que a nuestro juicio más ha trabajado en los últimos tiempos por el medio ambiente o por un desarrollo sostenible y justo, ha sido concedido a los

VECINOS DE CORTES DE BAZA, por su tenaz oposición a que le entuben el río Castril, y su apuesta por alternativas sostenibles de desarrollo. Manifestación en el pueblo de la mayoría de los vecinos, miles ce cartas a las más altas instancias medioambientales de la nación, cientos de alegaciones presentadas y concentraciones ante la sede de los organismos responsables del proyecto, han conseguido que éste sea rechazado y se opte por otra alternativa más viable y menos impactante para el medio ambiente. Si a esto unimos su apuesta por la agricultura ecológica como modo de producción sostenible, se comprenderá el por qué son acreedores los vecinos de cortes de Baza al premio Aguas de Mayo.