Según apareció ayer en la prensa una sentencia del 23 de octubre absuelve a una pareja que levantó una vivienda en Las Pitas en 2006.

Ecologistas en Acción considera una falta de respeto el hecho de construir en esa urbanización cuando los problemas de Medina Azahara estaban en su apogeo, algo que comenzó en el 2003 con la ampliación del BIC. Todas las personas que residen, trabajan y pasean por la zona, además de las empresas de construcción y la mitad de la población cordobesa lo sabían pero al parecer estos jóvenes no fueron informados. Tampoco vieron los carteles que el ayuntamiento colocó en las carreteras, y desconocen que una casa no se puede construir sin una serie de permisos y licencias, sea cual sea el lugar dónde se construya. Esta pareja debe ser realmente joven.

Un retroceso en los avances producidos para el control de urbanizaciones ilegales es la sentencia de la Segunda Sección de la Audiencia. Deja el campo abierto a que se siga construyendo de forma ilegal en terrenos no urbanizables mientras no exista «algo más»: que no se preocupen los parcelistas, si ya hay varias casas construidas se ha creado un nuevo paisaje urbano y otra más no desentona. Tampoco parece muy lógico el argumento de que los retrasos en la respuesta de la administración permitan que sigan produciéndose estos delitos. Precisamente las últimas respuestas de la administración y de la fiscalía, y las «medidas drásticas» cómo la demolición sí que conducen a algo: al respeto por la legalidad y la difusión de la normativa vigente.

En Ecologistas en Acción de Córdoba, como colectivo y como parte de la ciudadanía cordobesa, estamos hartos del victimismo parcelista que escuda dentro de una realidad social la construcción de chalets con jardín y piscina.