Esta semana, del 10 al 13 de Noviembre, el aulario del Campus Universitario de Rabanales abre sus puertas a la “I Semana Cultural Taurina”.

Según Ecologistas en Acción la Universidad de Córdoba, es de las pocas universidades del mundo que subvenciona y promociona lo que se denomina “fiesta taurina”. El fomento de la “fiesta” la realiza a través del “Aula del toro bravo” y la “Cátedra de Taurología” de la Facultad de Veterinaria.

A pesar de que la Veterinaria es una ciencia, en las ponencias presentadas en estas jornadas destacan las de los cronistas que difunden “la fiesta” en los medios de comunicación y la de un conocido torero, estando ausente cualquier visión científica de la actividad taurina desde el punto de vista del animal. Por ejemplo, el sufrimiento que existe en el bóvido al ser acorralado y herido con contundencia hasta su muerte.

La inauguración oficial de esta semana por la “Directora General de Juegos y Espectáculos Públicos de Andalucía” no hace más que hacernos ver claro que las corridas de toros no tienen nada que ver con las ciencias, y los que quieren promocionarlas como actividad cultural con tintes universitarios no pueden esconder la realidad.

Objetivamente esta práctica consiste en la tortura despiadada pública, de un animal indefenso con capacidad de sufrimiento como cualquier mamífero y que es acorralado para divertir a un público y unos aficionados, que tendrían que ser considerado al menos como personas incapaces de ponerse en lugar de un ser inocente que sufre de forma cruel para divertirlo, entretenerlos o enriquecerlos.