La Centinela-Ecologistas en Acción La Palma ha presentado sugerencias al documento de avance del Plan Regional de Ordenación de Acuicultura de Canarias, un documento con muchas deficiencias, especialmente en lo que se refiere a La Palma, y que ni siquiera entra a analizar la situación en la isla de esta actividad que pretende ordenar, una situación que podríamos resumir de la siguiente manera:

La dependencia de las subvenciones públicas que han propiciado la puesta en marcha y el mantenimiento de las granjas de acuicultura en La Palma, también ha supuesto la entrada de empresas de escasa profesionalidad y solvencia. Este hecho, unido a la práctica ausencia de los controles de las diferentes administraciones, ha propiciado que en la isla, la acuicultura incurra en malas prácticas de explotación, como el empleo descontrolado de antibióticos, arrojar basuras a los fondos marinos, ausencia de periodos de cuarentena de los alevines que se introducen, suelta deliberada de partidas defectuosas de alevines, maltrato animal por carencia de alimentos hasta la inanición, vertido en el mar de peces muertos, no declaración de las fugas, fraudes en la toma de los análisis del agua, lavado de redes con métodos indebidos…etc.

Existe, además, precariedad laboral, ya que la menguante demanda de empleo se está cubriendo en parte con personal sin la titulación y experiencia necesarias, para bajar los costes laborales. La norma parece ser el descontrol y el incumplimiento de las condiciones de la concesión, hasta el punto de que la quiebra técnica y económica de dos de las tres concesiones de La Palma, no ha llevado consigo la reglamentaria retirada de las concesiones y de las instalaciones.

Ecologistas en Acción destaca la influencia negativa en la actividad pesquera y el ecosistema marino, principalmente por el efecto de las repetidas fugas de las especies acuícolas (doradas y lubinas) que compiten o depredan a las especies pesqueras propias del lugar, llegando a tener una importante presencia en la Reserva Marina de la Palma, y por la concentración de especies pelágicas y sus depredadores en el entorno de las granjas, fuera de las rutas migratorias tradicionales y fuera de las posibilidades de la actividad pesquera. También es de reseñar el aprisionamiento de tortugas boba y el aumento de la presencia de tiburones.

Entendemos que no se puede realizar un Plan de este tipo sin un análisis exhaustivo de las causas y consecuencias de la situación de la acuicultura en La Palma, de donde se pueden extraer conclusiones muy útiles a la hora de abordar la ordenación de la acuicultura en Canarias. Creemos que para desarrollar la acuicultura es imprescindible evitar todos los problemas señalados, al tiempo que abordar esta actividad desde un punto de vista global, ya que en muchos casos está comprobado que no sólo tiene efectos negativos donde se practica, sino también donde se cosecha y se captura el alimento empleado en la acuicultura. Por todo ello desde La Centinela-Ecologistas en Acción apostamos prioritariamente por el desarrollo de la pesca, basado en la ordenación del sector y la protección del litoral y los recursos pesqueros.