Ecologistas en Acción se muestra totalmente indignada con la destrucción de la Cueva de Chaves (Casbas de Huesca). Estudia personarse en las diligencias que se abran por este hecho y considera que además de las responsabilidades propias y graves de FIMBAS, S.A. pudo haber una clara negligencia por parte del Gobierno de Aragón al no actuar cuando esta asociación ecologista denunció unas obras, de las que seguramente formaba parte este hecho tan lamentable.

Ecologistas en Acción presentó cuatro denuncias en 2006 por unas obras, a todos modos ilegales, en el interior del vallado cinegético que ocupa el antiguo término municipal de Bastarás, cuestión que venimos repitiendo prácticamente desde la misma creación del vallado debido a las múltiples irregularidades e impactos ambientales y sociales que lleva realizando esta empresa en un entorno tan privilegiado, como es el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.

Las obras denunciadas en 2006 consistían en grandes desmontes y roturaciones, así como el represamiento del barranco de Solencio realizadas por una cantidad ingente de maquinaria pesada que de un día para otro desfiguraba el entorno natural y producía enormes cicatrices, como decimos dentro de un espacio natural de máxima protección. Las obras denunciadas se estaban desarrollando en el entorno de la cueva de Chaves.

Como resultado de las cuatro denuncias se abrieron dos expedientes sancionadores. Uno por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro y otro por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA). En ambos casos, FIMBAS S.A. reconoció sus responsabilidades, lo que fue «gratificado» por ambas administraciones con unas ridículas sanciones. En el caso de la CHE 1.500 euros, a todas luces una cantidad menor de lo que suponía el alquiler de una hora de las máquinas que se estaban utilizando. No se le exigió a la empresa la recuperación del cauce a su estado anterior. En el caso del INAGA desconocemos la sanción definitiva porque, como viene siendo habitual, el Gobierno de Aragón nos pone todo tipo de trabas y dificultades cuando denunciamos a esta empresa. En este caso no se nos permitió, a pesar de ser los denunciantes, personarnos en el expediente y nos negó toda información al respecto.

Pero el hecho más grave es que, reconociendo las administraciones la falta de autorizaciones de las obras, se permitió que siguieran durante meses, hasta que, nos imaginamos, se dieron por acabadas por propia iniciativa de sus promotores, a pesar de nuestras repetidas advertencias al Gobierno de Aragón, así como de algunos vecinos (nos consta) de las localidades cercanas, que oían, durante largas temporadas después de nuestras denuncias, trabajar las máquinas incluso por la noche. De la absoluta pasividad y posible negligencia de las administraciones sabemos ahora su resultado: la destrucción total del único ejemplo aragonés de estación plenamente neolítica y de los más importantes del Estado Español.

Lo hemos estado demandando durante los últimos años, pero después de este grave atentado al patrimonio cultural, natural e histórico, no se puede estar alargando la situación. Ha llegado el momento de que el Gobierno de Aragón explique a todos los aragoneses qué motivaciones tiene para permitir que el coto privado de caza de FIMBAS, S.A. se encuentre al margen de toda legalidad vigente y asuma sus responsabilidades en este hecho.