Ansar, COAGRET, Fundación Ecología y Desarrollo, Ecologistas en Acción y SEO/BirdLife reiteran sus críticas a este modelo de desarrollo insostenible y se reafirman en la necesidad de introducir mayores controles que acaben con silencios cómplices y reclaman, una vez más, medios para poder hacer efectiva su participación en los órganos de control urbanístico.

Las organizaciones ecologistas y sociales que venimos denunciando la corrupción y el nefasto modelo urbanístico en nuestra comunidad, nos alegramos que, por fin, la justicia funcione y que aflore a la vista de todos el problema que estaba latente y que no se ha sabido afrontar por el gobierno y los Ayuntamientos.

Pedimos cambios Ya: cambios que refuercen el desarrollo ordenado, que garanticen la honestidad y el control real de las decisiones, que facilite el acceso a la vivienda a precios razonables y que garantice la protección del medio ambiente y del patrimonio cultural.

Tal como se viene denunciando desde años atrás por parte de las organizaciones sociales en su conjunto, los mecanismos de participación que la Administración Pública articula deben de ser efectivos y eficaces para poder cumplir su función. Sin embargo, estos instrumentos carecen de los medios necesarios para que el tejido social pueda articular su participación de manera real.

Ya en el año 2003, 63 organizaciones sociales presentaron una iniciativa conjunta para mejorar el compromiso social de las políticas públicas donde, entre otras cosas, se proponía “Establecer modalidades de financiación para apoyar los procesos de planificación participativa, generación de alternativas y seguimiento de la ejecución de los presupuestos públicos”.

La actualidad, desgraciadamente, nos está dando la razón: nuestro sistema democrático necesita de controles y contrapesos que vigilen adecuadamente a los centros de poder. Y uno de esos mecanismos – no el único -, es la participación de las entidades sociales en los órganos de control.

Actualmente, las organizaciones ambientales en su conjunto estamos participando en más de 40 órganos de consulta y control en Aragón. Aunque somos conscientes de que nuestra presencia es minoritaria, nos mueve el ánimo de poder colaborar en mejorar el estado ambiental y social de nuestra comunidad y de poder recibir información y trasladarla a la sociedad, como se hace habitualmente. Sin embargo, en estos momentos, nos cuestionamos hasta qué punto es útil.

Profundizar en democracia pasa por hacer efectivos estos controles con los medios suficientes. De lo contrario, la presencia de entidades sociales y ambientales en los órganos consultivos y de decisión no deja de ser un mero lavado de cara.

Los temas urbanísticos y de modelo de desarrollo, además, han sido objeto de numerosas críticas y cuestionamientos por parte del movimiento ecologista en su conjunto, habiendo sido en unos casos ninguneados y en otros, convirtiéndonos en el centro de injustas críticas que nos acusaban de querer frenar el desarrollo de nuestra Comunidad Autónoma. Esto, además, ha ocasionado que las entidades ecologistas carezcan de recursos que otro tipo de entidades sí disfrutan, por parte de la Administración.

En consecuencia, Ansar, COAGRET, Fundación Ecología y Desarrollo, Ecologistas en Acción y SEO/BirdLife reafirman su compromiso por el desarrollo sostenible en Aragón, seguiremos defendiendo un modelo de desarrollo equilibrado y denunciando aquellos casos que creamos que se escapan de este modelo, y en coherencia con lo aquí manifestado, nos veremos obligados a retirarnos de los órganos a los que asistimos, si no se afronta una reforma integral del sistema que garantice la transparencia, el control y la participación.