Ecologistas en Acción dialoga con el nuevo Ministro de Fomento, José Blanco, a partir de extractos de su discurso de investidura. En la discusión la organización ecologista explica porque considera tremendamente errónea la política que piensa llevar a cabo el Ministerio: incrementará los impactos ambientales y sus mayores beneficiados serán las empresas constructoras.

José Blanco: “Estimularé la actividad y competitividad de las empresas de infraestructuras y transportes”.

Ecologistas en Acción: Actualmente las empresas constructoras españolas son líderes mundiales. Esta situación la han conseguido a costa del fuerte proceso especulativo que se ha producido en nuestro Estado en los últimos años. Ecologistas en Acción quiere resaltar las tres consecuencias principales de la sobredimensión de las constructoras españolas: incapacidad de acceder a una vivienda digna por un porcentaje importante de la población, crisis económica y, sobre todo, pérdida de suelo fértil, fragmentación del territorio, cambio climático y descenso de la biodiversidad, es decir, crisis de las bases que sostienen nuestra vida.

José Blanco: “El PEIT es el más importante ejercicio de planificación que ha conocido España y traza el camino que han de recorrer las infraestructuras de nuestro país durante quince años”. “Adecuaré las estructuras del país para un futuro con garantías”. “Vamos a acelerar la transición histórica de la España radial a la España en red, para que cada punto del país sea centro, y no periferia”.

Ecologistas en Acción: España es el segundo país europeo con más kilómetros de autovías y autopistas (apenas superado por Alemania) y el primero en kilómetros por vehículo o en kilómetros por habitante. Con los 6.000 nuevos kilómetros planificados en el PEIT (Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte) será el primero en términos absolutos. Además, los 9.000 kilómetros de alta velocidad ferroviaria significarán la mayor red mundial. Hay que añadir que un buen número de las infraestructuras del PEIT ni siquiera tienen la demanda que, según lo manuales de ingeniería, es necesaria para acometer el desdoble.
Es decir, que España no tiene ningún déficit de infraestructuras, no necesita más, sino menos para vivir mejor. Los únicos que ganan realmente con un incremento de la construcción son las empresas del ramo.

No podemos olvidar que el transporte, el sector económico que más crece (un 4,2% de media anual), consume el 36% de la energía final, y casi un 90% de este consumo es debido al transporte por carretera. Su contribución a las emisiones totales de CO2 ha crecido en los últimos 10 años más de un 60%, lo que le convierte en el principal responsable de que España se aleje alarmantemente de los compromisos de Kioto. Si se cumple el PEIT no se cumplirá Kioto.

José Blanco: “Magdalena Álvarez deja como herencia el mayor esfuerzo de inversión pública en infraestructuras de la historia de España”.

Ecologistas en Acción: Efectivamente, las infraestructuras han consumido una parte muy importante de los presupuestos en los últimos años. El presupuesto del PEIT pretende consumir nada menos que 248.892 millones de euros para su desarrollo completo que, lógicamente, se detraen de otros capítulos (educación, sanidad, prestaciones sociales…). Sin ir más lejos, en los PGE del 2009, presupuestos marcados por la crisis y la “austeridad”, la partida para autovías subió un 16% y la de alta velocidad un 21'6%.

Nuevamente quien más va a ganar con esta política es quien ha venido ganando ya: las constructoras. Así no es de extrañar que todas estuviesen presentes en la toma de posesión de José Blanco y le felicitasen efusivamente. Allí se dieron cita ACS, OHL, Acciona, Ferrovial, FCC, Sacyr, Isolux, y las patronales Seopan y CEOE. Una representación mucho mayor que en la toma de posesión de ningún otro ministerio.
Por cierto, las organizaciones ecologistas no fuimos invitadas al acto.

José Blanco: “El Ministerio de Fomento es uno de los más potentes instrumentos de la fuerza creadora del Estado”.

Ecologistas en Acción: Nos encontramos en un momento histórico sin precedentes. Estamos agotando los recursos del planeta Tierra. El más significativo de ellos es el petróleo, ya que vivimos en una sociedad tremendamente petrodependiente. Además estamos saturando los sumideros, los basureros. El ejemplo más paradigmático es el cambio climático.

No es exagerado decir que la humanidad, tal y como la conocemos en al actualidad, se la juega (nos la jugamos) en los próximos lustros. Tenemos dos alternativas:

Continuar creciendo en nuestro consumo creciente de materia y energía, como propone el Gobierno del PSOE. Esto nos va a llevar a un desastre seguro. Podemos discutir si el pico del petróleo lo alcanzaremos en 5 o en 20 años, al igual que podemos argumentar si el incremento de temperatura superará los 2ºC (cifra que marca altas probabilidades de que el proceso se dispare irremediablemente) en 15 o en 20 años. Lo que es indiscutible es que, si no cambiamos radicalmente, esto pasará más pronto que tarde.

La segunda posibilidad pasa por cambiar nuestro sistema económico y ponerlo al servicio de las personas (no de la acumulación y el crecimiento) en paz con el planeta. Para ello es necesario aplicar las palabras de José Blanco en su toma de posesión como ministro y que el Estado deje de ser una fuerza destructora para crear una nueva economía sostenible que no necesite crecer. Menos para vivir mejor.