Quijote: no todo vale, Revista El Ecologista nº 42, Ecologistas en Acción de Ciudad Real

Celebración del IV Centenario del Quijote en Castilla-La Mancha

Aeropuertos, complejos de ocio, campos de golf… un gran número de actuaciones de gran impacto ambiental utilizan el señuelo del centenario del Quijote con fines radicalmente diferentes a la revalorización de la obra de Cervantes.

El año próximo se conmemora el cuarto centenario de la primera parte del Quijote. Una efemérides que será celebrada en el mundo entero, pero que lógicamente alcanza especial relevancia en España, y de forma muy particular, en Castilla-La Mancha.

El Gobierno regional, numerosos municipios y entidades públicas y privadas llevan tiempo organizando eventos de muy diversa índole y emprendiendo iniciativas con las que, por un lado se pretende resaltar y celebrar este aniversario como se merece y, por otro, aprovechar el potente reclamo que el Quijote posee para incentivar el turismo en la región.

Dejando a un lado las diferentes maneras en que cada uno piensa conmemorar el 2005, que siempre tendrán sus partidarios y sus detractores, cabe decir que, en principio, no hay nada que objetar a la intención de obtener beneficio de Cervantes y de su obra. Otra cosa distinta es cómo se pretende hacer esto en algunos casos.

Don Quijote versus especulación

Desde hace años, animados por el cuarto centenario, se viene produciendo una verdadera usurpación del nombre “Quijote”, una adulteración de lo que Miguel de Cervantes y su obra significan o deben significar para nuestra cultura. Así, cualquier proyecto al que se denomine con algo relacionado con la obra de Cervantes, tiene cabida y aparente validez. Al rebujo del centenario, aparecen proyectos de especulación urbanística que nada tienen que ver con lo cervantino y que atentan gravemente contra el patrimonio natural y el interés general. Proyectos que, por mucho que se los declare de interés regional y sus evaluaciones ambientales resulten sistemáticamente aprobadas, infringen la normativa legal en materia de protección ambiental.

Es el caso del aeropuerto Don Quijote que, desoyendo las advertencias de ilegalidad de Bruselas, se está construyendo junto a Ciudad Real afectando a una Zona de Especial Protección para las Aves. También, junto a Ciudad Real se pretende construir un complejo de ocio denominado “Reino de Don Quijote” que, sin relación alguna con el Ingenioso Hidalgo, consiste en cinco campos de golf, 4.000 viviendas de lujo, un casino, varios lagos artificiales… Todo ello junto a unas Tablas de Daimiel reducidas a su mínima expresión y sobre un acuífero, el de la Mancha Occidental, declarado sobre-explotado desde hace años y al que los contribuyentes venimos dedicando cuantiosas sumas de dinero para paliar su grave situación. Este proyecto, declarado de Singular Interés por la Junta de Comunidades, no puede ser viable, según la propia declaración, si no se pone en marcha el trasvase Tajo-La Mancha. Esta conducción de agua a la llanura manchega, cuyo coste se pretende financiar con Fondos de Cohesión, desautoriza moralmente a la Junta en sus legítimas reclamaciones respecto al Tajo-Segura.

La ruta del Quijote

Una iniciativa de la Junta de Comunidades a la que se confiere singular importancia desde el ejecutivo es la creación de una Ruta del Quijote. Y es que resulta fundamental la creación de un itinerario que los visitantes puedan seguir con facilidad, uniendo los lugares cervantinos o quijotescos de mayor resonancia.

La idea fue recibida inicialmente con agrado, pues se trataba de una ruta eco-turística, especialmente diseñada para ser realizada a pie, en bicicleta o en caballería. Una ruta que aprovecha la enorme red de caminos públicos y vías pecuarias de la región, algo de lo que nos felicitamos quienes llevamos años diciendo que la mejor manera de proteger este importante patrimonio público es dotándolo de un uso adecuado que evite su usurpación por parte de propietarios de grandes fincas, o su deterioro y pérdida por la falta de mantenimiento y el paso del tiempo.

Sin embargo, a veces da la impresión de que el Gobierno regional no sabe hacer nada que no sea faraónico y, por supuesto, costoso.

El trazado inicial, de unos mil kilómetros de longitud (ya excesivo), fue ampliado a más de dos mil ante las presiones y compromisos políticos. Pero lo que no logramos entender es que, tratándose de una ruta para caminantes, ciclistas y caballerías, se gasten más de 40 millones de euros en ensanchar y consolidar unas pistas por las que podrá transitar sin ningún problema un autobús. Estas actuaciones, realizadas lógicamente con maquinaria pesada, están produciendo un impacto en distintas zonas sensibles, que en algún momento han sido denunciadas por Ecologistas en Acción, como ocurrió no hace mucho en Sierra Morena. Se trata de un gasto totalmente absurdo, pues se están realizando unas obras que, además de ser innecesarias debido al uso preferente que en teoría se le quiere dar, a la vuelta del invierno habrán quedado en nada en la mayoría de los casos, porque es improbable que los ayuntamientos, salvo en muy contados casos, se ocupen del mantenimiento posterior de la red.

No obstante, es de agradecer que en la última guía editada, y posiblemente ante las críticas recibidas, se haya sacado de la Ruta el ya citado complejo urbanístico Reino de don Quijote, increíblemente incluido en un primer momento como parte del recorrido ecoturístico.

Si Don Quijote levantara la cabeza…

Ecologistas en Acción también quiere sumarse a las iniciativas que intentan revalorizar la obra cervantina y en especial la figura de Don Quijote. Sin embargo, no vamos a permanecer callados ante la utilización interesada y burda de la figura del Quijote para fines mercantilistas y especulativos.

Proyectos urbanísticos antes citados, como el complejo de ocio Reino de Don Quijote, o el aeropuerto Don Quijote, en Ciudad Real, claramente incompatibles con la conservación de nuestro entorno, son una buena muestra de cómo el marketing empresarial del momento no tiene escrúpulo alguno para manipular incluso los signos más emblemáticos de nuestra tradición y nuestra cultura.

Convencidos de que Don Quijote no asistiría complaciente, ni permanecería impasible ante el deterioro progresivo de nuestro mundo al que estamos asistiendo, vamos a poner en marcha una campaña denominada “Si Don Quijote levantara la cabeza”.

Se trata de una campaña dirigida a alumnos y profesores de arte y diseño y a todos aquellos aficionados o profesionales de la expresión gráfica, estableciéndose tres modalidades: Cómic, Cartel y Fotografía. El motivo principal sobre el que tratarán los trabajos en cualquiera de las especialidades, será el estado de degradación ambiental en que se encuentra nuestra región.

Con los trabajos enviados, se pretende montar una exposición itinerante por diversas localidades de nuestra región. Al mismo tiempo, se seleccionarán algunos de los trabajos presentados para la elaboración de carteles, pegatinas o ilustraciones de la campaña.

El sentido de esta convocatoria no es premiar el virtuosismo artístico individual sino utilizar de una manera comunitaria la sensibilidad, la creatividad, el espíritu crítico y solidario para expresar de una forma incisiva y novedosa el alarmante estado de deterioro ambiental al que nos está llevando este sistema neoliberal vigente, que hace de la persona y del medio ambiente meras mercancías al servicio de la producción y el enriquecimiento de unos pocos.