Reclaman al Cabildo de Fuerteventura que la Reserva de la Biosfera recién aprobada sirva para cambiar las políticas ambientales en la isla

Ben Magec-Ecologistas en Acción recuerda que en la isla de Gran Canaria, varios años después de aprobada esta figura, no hay ninguna diferencia con el pasado y ni siquiera está desarrollado un Patronato de gestión y control.

El Consejo Internacional de Coordinación (CIC) del Programa MaB de la UNESCO, ha incorporado, en el marco de su 21 sesión que se celebra en la Isla de Jeju, en la República de Corea, veinte nuevas reservas de biosfera, entre las que se encuentran dos españolas: la Isla de Fuerteventura y la Reservas de la Biosfera Transfronteriza Geres-Xurés (España/Portugal).

De todas las españolas, la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura dobla en extensión a la media de las reservas españolas, siendo además la que protege una superficie más amplia de su litoral marino, pues además de todo el territorio insular añade una franja marina de 5 millas en el sector oeste y de 3 millas en el resto de la isla.

En total la nueva Reserva alcanza una extensión de 352.812,6 has, de las cuales 165.665,2 has (46,9%) son terrestres y 187.835,7 has (53,1%) están en medio marino.

La organización ecologista recuerda que la aprobación de esta figura en otras islas no ha supuesto ningún cambio de modelo hacia la sostenibilidad y reclama al Cabildo y a los ayuntamientos de la isla que expliquen a los ciudadanos majoreros cuales van a ser los cambios en este sentido y si van a tener una correspondencia presupuestaria a la hora de poner en valor los espacios naturales de la isla.

Además, Ben Magec-Ecologistas en Acción quiere reivindicar que en un modelo de Reserva de la Biosfera es básico el cumplimiento de la Ley, y que esta situación se ve empañada claramente por las “alegalidades” con respecto a un espacio natural como Tindaya, y por una gestión muy deficiente de los residuos y el planeamiento territorial en la isla.