Las declaraciones del consejero de Medio Ambiente, asegurando que los controles de la calidad son constantes, y que no existen efectos en los niveles de contaminación en las aguas de las playas gijonesas, se olvida de que la Declaración de Impacto no pretende únicamente la protección de las aguas de baño, ya que tiene en cuenta los efectos de la obra de dragado y relleno sobre otros aspectos, especialmente sus efectos sobre los ecosistemas.

La realidad es que, con los datos que disponemos, suministrados por propia la Autoridad Portuaria, y elaborados por el área de ecología de la Universidad de Cantabria, podemos demostrar que los niveles de concentración de mercurio disuelto en las aguas portuarias, durante el dragado para los rellenos de los Muelles de La Osa, se incrementaron hasta cuatro veces en algunas zonas, y hasta siete veces en puntos concretos, próximos a la zona de dragado.

Este incremento supuso pasar de valores de concentración de mercurio, para la bahía de Gijón, de entre 0,008 y 2 ng/l (nanogramos/litro) valores medios recogidos en el informe “OSPAR COMMISSION Quality Status Report 2000”; elaborado bajo el convenio OSPAR de 1992 [originalmente Convenio de Oslo y Paris] y que es el actual instrumento que regula la cooperación internacional sobre la protección del medio ambiente marino del Noreste Atlántico; a valores de hasta 44,1 ng/l en la zona de obras.

Desde el punto de vista ambiental, este incremento supone pasar de valores inferiores al mínimo valor ecotoxicológico umbral, de 5 ng/l, valor que se aproxima a concentraciones por debajo de las cuales los efectos potenciales adversos son mínimos, hasta casi los 50 ng/l que es la concentración máxima que, de acuerdo con el conocimiento científico existente, ya no se puede asegurar que no existan efectos sobre los ecosistemas.

Naturalmente, esta situación tiene efectos sobre toda la cadena trófica, por lo que no debe extrañarnos que sea Gijón, quien ocupe el segundo lugar, según el mencionado informe OSPAR, en los niveles de contenido en mercurio en moluscos, en todo el Atlántico Ibérico, después de la Ría de Pontevedra.