La central nuclear de Santa Mª de Garoña (Burgos) es una instalación insegura y totalmente prescindible gracias a la aportación de las energías renovables.
El próximo día 5 de julio finaliza su permiso de explotación. Esta central está sobradamente amortizada desde hace años. No hay ningún obstáculo económico que impida cerrarla, salvo los intereses económicos de las compañías eléctricas propietarias, Iberdrola y Endesa, que quieren seguir lucrándose con esta vieja central aunque sea a costa de exponer a la población y al medio ambiente al riesgo de sufrir un accidente nuclear.

Por último, consideramos que el cierre de la planta no perjudicará al empleo porque el desmantelamiento de una central es un proceso largo y generador de puestos de trabajo. Además, el sector de las energías renovables tiene una capacidad de creación de empleo muy superior al sector nuclear ya que, de todas las formas de producir energía, es la que crea menos puestos de trabajo.

Razones para cerrar la nuclear de Garoña:

  1. Evitar el riesgo de un accidente nuclear en esta central, que tendría consecuencias desastrosas.
  2. Acabar con las emisiones radiactivas que Garoña emite rutinariamente al medio ambiente contaminando la atmósfera y el río Ebro, y que son nocivas para la salud y el medio ambiente.
  3. Dejar de producir residuos radiactivos de baja, media y alta actividad, con el objetivo de no agravar este problema sin solución que tienen todas las centrales nucleares.
  4. Conseguir que la central nuclear de Garoña deje de ser un monocultivo industrial en el Valle de Tobalina que impide un verdadero desarrollo económico sostenible en la zona.
  5. Escuchar a la mayoría ciudadana que reclama su cierre, junto a numerosas organizaciones sociales, ecologistas, sindicales, vecinales, políticas e Instituciones.
  6. Eliminar el obstáculo que supone la energía nuclear para poder avanzar y alcanzar un modelo energético 100% renovable y eficiente.

Por ello, pido al Gobierno que ordene el cierre inmediato y definitivo de la central nuclear de Garoña, en cumplimiento de su compromiso electoral y de investidura de abandonar la energía nuclear.

FIRMAN EL MANIFIESTO 758 personas