Con el lema “Abramos la playa a todos”, los roteños se manifestaron este sábado día 5 de septiembre a las 11 de la mañana por la playa del Chorrillo. A esa hora se concentraron en la zona de playa frente a la Cruz del Rompidillo, para desde allí recorrer la misma hasta llegar al espigón que divide la playa y separa la zona militar conocida como “playa del Almirante”.

Esta manifestación reivindicando el uso público de la playa del Almirante fue convocada por Ecologistas en Acción y secundada por todos los grupos políticos que forman la corporación municipal del Ayuntamiento de Rota.

Es ésta una vieja reivindicación no sólo de ecologista, sino de algunos otros grupos políticos y sobre todo de los vecinos de la zona.

Hace casi veinte años realizamos la primera manifestación solicitando la apertura de la playa: “Las playas son de todos, la del Almirante también”, manifestábamos en nuestra pancarta. Nos pronunciamos en contra cuando la Demarcación de Costas proyectó el espigón porque entre otras cosas significaba alejar esta reivindicación y hemos venido denunciando anualmente la situación de esta playa en el Programa de Banderas Negras de Ecologistas en Acción.

No es una reivindicación caprichosa y con ánimos de fastidiar a nadie, la misma lleva años en la mente de todos los vecinos de la zona de la playa del Chorrillo, desde Pío XII hasta la Residencia Serrano. Vecinos que ven y sufren como una mayoría tiene que conformarse con un palmo de arena mientras una minoría (también con derecho al baño) disfruta de una magnifica y sobrada zona de baño.

La franja urbana que circunvala la playa del Chorrillo es una zona que urbanísticamente ha crecido hasta llegar a los límites de la Base Naval. El desarrollo urbanístico ha originado un gran aumento de la población residente, por el contrario tienen una playa abarrancada que desaparece en su mayoría con la pleamar. Frente a ello nos encontramos en la zona militar con la playa del Almirante, una magnifica playa de dunas litorales con suficientes metros de arena seca aún en mareas muy altas.

Es ésta una vieja reivindicación en la mente de la colectividad, pero el hecho de tratarse de una playa en zona militar ha venido pesando como una losa sobre la conciencia colectiva y ha impedido que la misma sea gritada con suficiente fuerza como para que nosotros mismos y nuestros políticos nos la tomásemos como posible y realizable. “Muchacho, ¿tu crees que se conseguirá algo?”, ha sido la pregunta de la vecindad cuando se anunciaba la manifestación por el barrio.

Pero la política es el arte de hacer real lo posible, y no estamos pidiendo la luna. Porque desde hace mas de 20 años esa playa se viene usando con fines de ocio y baño para el personal militar. Y no estamos diciendo que no la use la ciudadanía que tiene como oficio el ser militar. El resto de la ciudadanía lo que queremos es compartirla con ellos.

Esperamos que los ciudadanos comencemos a creer que esta reivindicación es posible conseguirla y que los grupos políticos que hoy apoyan la misma la hagan llegar a sus líderes como una reivindicación justa de la población de Rota. Reivindicación que en ningún momento quiere poner en peligro la seguridad de las instalaciones militares.

Es ésta imposibilidad de usar nuestras costas (no olvidemos que la Ley de Costas denomina las playas como bienes de dominio público) otra servidumbre que la población de Rota tiene que pagar por las instalaciones militares.

Esperemos que en breve el uso por toda la ciudadanía de la playa del Almirante sea una realidad y una “batallita” que contar a las generaciones venideras. Muros más gordos hemos visto caer.