El pasado día 2 se celebraba la 5ª reunión de la Mesa Técnica de Calidad del Aire de Torrelavega y cuyo punto más importante ha sido la presentación del informe sobre la contaminación por disulfuro de carbono con motivo de la campaña de control realizada en el segundo semestre del año 2008. De la gravedad de los resultados da muestra que el 40% de los días analizados se produce superaciones de la contaminación en algunas de las dos estaciones de control (Barreda o antigua Escuela de Minas).

El aspecto más controvertido de la reunión ha sido el flagrante
incumplimiento por parte de la Consejería de Medio Ambiente del acuerdo de
instalar sistemas de medición en continuo de disulfuro de carbono. Es
inadmisible que precisamente este contaminante sea el único que no tenga un
seguimiento en tiempo real y permanente cuando es el más crítico de los
registrados por la Red de Calidad del Aire de Torrelavega. Esta
circunstancia impide, por ejemplo, la adopción de medidas de alerta o alarma ante graves episodios de contaminación que de hecho se han producido al triplicar (algunos casos más de diez veces) los límites legales de contaminación. Por otro lado la Consejería de Medio Ambiente está legalmente obligada a realizar estas mediciones desde el año 1975.

Además la decisión de instalar medidores en continuo se había adoptado en la anterior reunión de la Mesa Técnica de Calidad del Aire hace más de 15 meses tras un largísimo proceso de debate, por consenso de las partes y sin
ninguna objeción en contra. La Consejería se comprometía a tener los equipos operativos antes de un año, sin embargo ahora ha paralizado el pliego de contratación con la excusa de valorar otras tecnologías, cuando esa cuestión había quedado ampliamente superada por el informe del órgano competente, el Servicio Prevención y Control de la Contaminación, y el acuerdo de la Mesa Técnica de Calidad del Aire.

Ecologistas en Acción de Cantabria valora como una acción dilatoria más lo
ocurrido al objeto de no tener un diagnóstico más completo de la situación,
seguramente mucho más grave que lo reflejado en los estudios preliminares.

Queremos recordar a la Consejería de Medio Ambiente que los valores límite
de contaminación se han fijado para preservar la salud humana y de los
ecosistemas; su incumplimiento es muy grave y de ésta y otras
circunstancias precedentes pueden derivarse graves responsabilidades
penales.