La planta de Compost que la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja construyó en Pradejón invirtiendo para ello más de 223.000.000 millones de las antiguas pesetas procedentes de los fondos de cohesión de la Unión Europea se ha convertido gracias a la desastrosa gestión de la empresa Biocompost S.A. en un lugar insalubre.

Esta empresa gestiona lamentablemente unas instalaciones que el Gobierno de La Rioja puso a disposición gratuita de la Asociación Riojana de Cultivadores de Champiñón.

Desde esta planta se están produciendo vertidos incontrolados y no autorizados a la yasa de Majillonda, cauce público , sin que nadie adopte medidas al respecto, ni la propia Consejería de Medio Ambiente, ni la Confederación Hidrográfica del Ebro, que está permitiendo se contamine un cauce público.

Y frente a todo este despropósito, la Consejería de Medio Ambiente no adopta medida alguna y permite que desde estas instalaciones se esté vulnerando la legislación. La Dirección General de Calidad Ambiental está cerrando los ojos y volviendo la vista para otro lado, en un claro caso de dejación de funciones o connivencia con quienes gestionan esta planta.

Los residuos no solo colmatan el interior de las instalaciones, sino que se amontonan sin la mínima cautela en las fincas colindantes, y gracias a las lluvias y tormentas se están produciendo abundantes lixiviados contaminantes que van a parar directamente a los cauces colindantes y al acuífero. Vertidos de lodos negros y pútridos que han aniquilado toda la vida acuática de la yasa Majillónda, cauce estacional de carácter mediterráneo de alto valor ecológico.

Mientras, la empresa Biocompost sigue ganando dinero a costa de explotar unas instalaciones pagadas con los fondos de cohesión de la Unión Europea para Medio Ambiente, que vergonzosamente se están destinando a contaminar gravemente el medio natural, con el silencio y la connivencia de la Consejería de Medio Ambiente.

Por si esto no fuera suficiente Ecologistas en Acción ha constatado que en la planta de compostaje, un proyecto que desarrollaba la propia Consejería de Medio Ambiente se ve seriamente amenazado.

Este proyecto, en el que se han invertido varios millones de pesetas se desarrolla desde hace 8 años y pretendía la reintroducción del cernícalo primilla(rapaz extinguida en La Rioja en 1920) y catalogada en peligro de extinción en España.

En uno de los almacenes de la planta se ubican varias decenas de nidales artificiales colocados por la propia Consejería de Medio Ambiente. En la pasada temporada de cría, gracias a las molestias de la empresa que gestiona los residuos del champiñón, la reproducción de esta especie se ha visto seriamente reducida según el seguimiento realizado por Ecologistas en Acción a varias parejas que no consiguieron reproducirse con éxito.

Entre otras molestias destacan los grandes acúmulos de plásticos y suciedad que a modo de montañas se ubican frente a los nidos de la propia colonia. Y el constante transcurrir de maquinaria bajo los mismos. Cabe preguntar a la Dirección General del Medio Natural si es esta la forma más adecuada de gastar los presupuestos de los ciudadanos. Y para que sirve un proyecto de cría que se ve sepultado por la basura y la nefasta gestión consentida de una empresa privada en unas instalaciones públicas.

Ecologistas en Acción ha constatado la emisión a la atmósfera de gases procedentes de la fermentación y putrefacción de los acúmulos de esta planta. Emisiones que aportan un insoportable olor a varios kilómetros a la redonda y que son especialmente perceptibles en la población de Calahorra por acción del viento.

Ecologistas en Acción solicita públicamente a la Consejería de Salud del Gobierno de La Rioja que se persone en estas instalaciones y se tomen muestras de estas emisiones, así como de los líquidos que se están vertiendo al cauce público, ya que consideramos puede existir un alto grado de riesgo para la salud de las personas.

Por su parte, avanzar que el equipo de abogados de Ecologistas en Acción de La Rioja esta elaborando una denuncia formal que se va ha trasladar a la Unión Europea, en la cual se va a evidenciar en primer lugar el destino final que el Gobierno regional ha dado a los fondos de cohesión, y por otro el grave impacto ambiental y salubre de esta instalación.