En las últimas horas de la cumbre de Copenhague, Plataforma Ciudadana de Madrid contra el Cambio Climático y Coalición Clima, en las que participa Ecologistas en Acción, han celebrado una concentración nocturna para reclamar un acuerdo que pueda frenar el cambio climático.

La Cuesta de Moyano en la Plaza de Atocha ha sido el lugar elegido para mostrar la gran preocupación por el rumbo de las negociaciones sobre el clima en la capital danesa.

Las organizaciones convocantes quieren transmitir, una vez más, el mensaje de que los países desarrollados tienen que responder ante un mundo de 7.000 millones de habitantes por su responsabilidad en la alteración del clima y deben asumir la parte principal del esfuerzo para evitar un calentamiento global peligroso.

Esto implica abordar reducciones de emisiones del 40% en 2020, tomando como referencia los niveles de 1990, y aportar fondos públicos de 100.000 millones de euros al año en 2020 para evitar que el necesario desarrollo de los países empobrecidos agrave la crisis climática. Una aportación que no exime del cumplimiento de los compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo.

La concentración es también un apoyo a la sociedad civil presente en las calles de Copenhague, que está sufriendo restricciones arbitrarias para acceder a las instalaciones donde se está desarrollando la Cumbre. Además los activistas de diversas organizaciones se están encontrando con un nivel de represión policial nunca antes visto en una reunión de Naciones Unidas, en la que se utilizan métodos contrarios al derecho más elemental como la detención “preventiva”. Estas actuaciones dejan gravemente herida la garantía democrática del proceso que debe conducir a un acuerdo vinculante, ambicioso y justo, que carecería de legitimidad si no se permite la participación de la sociedad civil. Cuentan con la solidaridad de toda la ciudadanía que se acerque a Atocha.

La llama de las velas siempre ha simbolizado esperanza. En las últimas horas de negociación la presencia de jefes de Estado puede cambiar todo si hay voluntad política. Por eso, las organizaciones convocantes reclaman a los dirigentes mundiales, en especial de la Unión Europea y al Gobierno español, (como futuro presidente de turno de la UE) que no regresen con las manos vacías y consigan un acuerdo justo, ambicioso y vinculante. Los efectos del cambio climático son ya visibles, las medidas para frenarlo no pueden retrasarse más.