Ecologistas en Acción denuncia el menosprecio que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio muestra por la protección de la flora y fauna silvestres en la Comunidad de Madrid. Sólo el 3,8 % del presupuesto de 2010 se dedica realmente a ese fin, mientras que el 66% se destina a caza y pesca y el 28% a medidas para mitigar los daños ambientales causados por la autovía M-501.

El progresivo deterioro de los ecosistemas naturales y la desaparición de especies es uno de los tres grandes problemas ambientales a escala global. Para llamar la atención sobre este problema, Naciones Unidas declaró el 2010 Año Internacional de la Biodiversidad. Sin embargo, en la Comunidad de Madrid, desde que desapareció la Consejería de Medio Ambiente, al fusionarla con urbanismo (2004) y más recientemente con vivienda (2008), el esfuerzo por la protección de las especies y sus hábitat ha caído en picado.

Este desdén se visualiza en la partida presupuestaria, de 2010, dedicada supuestamente a protección de flora y fauna. De un total de 2.260.000 euros de inversión, casi un millón de euros se destinan a caza y pesca. En concreto 519.000 euros a caza y 464.090 euros a pesca, incluyendo en esta última, 224.000 euros, para repoblaciones en ríos y embalses con trucha arcoiris. Se trata de una especie alóctona de origen norteamericano que está poniendo en riesgo la supervivencia de la trucha común, una especie autóctona y desparecida en muchos tramos de ríos, y arroyos en la región.

Del resto del presupuesto, 720.000 euros son medidas compensatorias y de integración de la autovía M-501. Buena parte de este dinero se destina a mitigar el daño ambiental causado por el desdoblamiento de esta carretera. Esas partidas no deberían correr a cargo de la Consejería de Medio Ambiente y, así se afirmó en su momento, si no de la de Transportes e Infraestructuras.

Otras cantidades se dedican a los trabajos que se están realizando con la cabra montés, en La Pedriza, para permitir la caza de esta especie, recientemente autorizada por la Dirección General de Medio Ambiente, etc

Sólo 86.000 euros, un 3,8% del total de 2.260.000, se destinan a la protección de especies amenazadas, en concreto al águila imperial, al halcón peregrino y al buitre negro. Ni un solo euro para la conservación de flora o de especies animales catalogadas por la propia Comunidad de Madrid como “En Peligro de Extinción” como el águila perdicera (con tan solo tres parejas en la Comunidad de Madrid), la cigüeña negra, el galápago europeo o el lince ibérico, la bestia negra del gobierno regional, todos ellos amenazados a nivel mundial.

Mientras la escasez presupuestaria pone en riesgo la conservación de muchas especies, cuantiosas partidas del presupuesto de conservación de fauna se destinan a favorecer otros intereses, como la dotación de 100.000 euros, el doble de lo destinado al águila imperial, a una escuela de pesca en Santa María de la Alameda, cuya alcaldesa Begoña García Martín es Diputada por el Partido Popular en la Asamblea de Madrid.