Con objeto de que se hagan cargo de las plantaciones en vias Pecuarias, concretamente en los Pozos de El Galgo, Ecologistas en Acción de Rota ha avisado a la Delegación Provincial de Medio Ambiente reiteradas veces desde noviembre mediante los técnicos que visitaron en otoño el Descansadero de El Galgo de Rota y con notas por correo electrónico y postal, así como en reunión mantenida en la sede provincial hace unas semanas.

En este lugar, -deslindado y amojonado en el verano del 2.000 pero aún no recuperado …- harían falta hacer variadas faenas de mantenimiento sobre todo en los bosquetes grandes que sembramos en los noventa como poda, entresaca, trasplantes y arreglo o levantamiento de las vallas que rodean dado que algunos algarrobos y acebuches tienen un porte más que grande mientras que los alcornoques y encinas, necesitan protección individual además de la retirada de escombros y residuos que rodean los pozos.

Todo ello mientras estamos al habla con el Ayuntamiento de Rota para que se implique en el riego de las nuevas parcelas y que este grupo ecologista se comprometió, otra vez, desde hace dos años en tan amplio terreno público.

Este año, el de la Biodiversidad, se habla y escribe hasta el infinito de calentamiento global y, aún, de la Agenda 21, sin olvidar, pues, que ésta era para hacer más vivible los espacios cercanos.

Exigimos que estas labores sean punto de arranque y ejemplo de aprovechamiento y recuperación de las Vías Pecuarias y Descansaderos (sin olvidarnos de Rincones, Piruétano, Rio Salado…) y que tanto la Delegación Provincial como la Municipal se comprometan ante tantos espacios baldíos en los que el pasado curso, tres colegios de la localidad se implicaron en la siembra de cientos de plantones del Bosque Mediterráneo.

Por último, no queremos olvidar, y enviamos desde aquí nuestro reconocimiento, a los poquísimos vaqueros y cabreros que con sus menguados rebaños aún difícilmente recorren las usurpadas vias pecuarias y que han respetado las alambradas de estos Pozos de el Galgo desde comienzo de los años noventa y, pacientemente, esperan que las alambradas, provisionales, sean levantadas por fin.