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Alegaciones al proyecto: Drenaje de
pluviales del aeropuerto de Alicante

Ecologistes en Acció ha presentado alegaciones al proyecto de drenaje de pluviales del aeropuerto de Alicante promovido por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

AENA pretende verter todas las aguas pluviales recogidas en la superficie artificializada del Aeropuerto de l’Altet en dos únicos puntos ubicados en la zona húmeda protegida. En la Obra de Drenaje Transversal (ODT) Norte se construiría una balsa artificial de más de 80 m de longitud, con el objeto de laminar las inundaciones y en la ODT Este un canal trapezoidal de hormigón de entre 13 y 20 metros de anchura. En total se ocuparía con cemento más de 10.000 m2, la mitad de los cuales estarían dentro de la zona húmeda protegida.

El Saladar de Agua Amarga, es un espacio natural de gran valor ecológico, que ha sido sistemáticamente minusvalorado por las diversas instituciones públicas. Este espacio tan singular viene sufriendo, uno tras otro, numerosos impactos que están, poco a poco, acabando con uno de los lugares naturales más importantes del municipio de Alicante.

Queremos destacar que el propio documento presentado incorpora un estudio de flora del Saladar de Agua Amarga que pone de manifiesto la riqueza e importancia en biodiversidad de esta zona húmeda, con más de 120 taxones. En este estudio se clasifican numerosos endemismos vegetales destacando la Althenia orientalis, especie catalogada en peligro de extinción o el Limonium santapolense, que no estaba citado en el Saladar y que destaca, como su nombre indica, por su distribución muy localizada en la costa alicantina. Respecto a la fauna, recordamos que aquí ha llegado a criar la cerceta pardilla, la anátida más rara y amenazada, y que se han observado especies como el flamenco, el águila pescadora e incluso aves tan raras como la cigüeña negra.

El proyecto presentado adolece de un problema que se está convirtiendo en habitual y es que no existe un estudio de alternativas en el Estudio de Impacto Ambiental, por tanto se incumple la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental; ya que realmente existen alternativas de más bajo impacto ambiental.

Es necesario estudiar la capacidad de infiltración máxima al acuífero del Saladar de Agua Amarga y los caudales máximos que es capaz de absorber este humedal por inundación, evapotranspiración e infiltración, antes de proyectar las infraestructuras de drenaje necesarias. El Estudio de Impacto Ambiental no analiza la situación perturbada que sufre el acuífero del Saladar de Agua Amarga desde 2003 por el impacto de la extracción de aguas subterráneas de la Desaladora del Canal de Alicante, ubicada en las proximidades. Las medidas contempladas en el Estudio de Impacto Ambiental pueden ser contradictorias con las medidas correctoras establecidas en la Declaración de Impacto Ambiental y la Autorización Ambiental Integrada de la Desaladora de Alicante.

Además, no estimamos necesaria la construcción de nuevos canales en el Saladar, ni la modificación de los canales existentes. Es necesaria la apertura de la compuerta de la gola que conecta esa zona húmeda con el mar, que en principio, ya está en marcha tras una petición de diversos colectivos a la autoridad provincial de Costas. Consideramos que es necesario tal como ordena el Reglamento del Paisaje de la Comunidad Valenciana la elaboración de un Estudio de Integración Paisajística del Proyecto, que conlleva la aprobación de un Plan de Participación Pública, contemplado en ese Reglamento.

También se debe incorporar en el Programa de Vigilancia Ambiental el control de la calidad de las aguas subterráneas del acuífero del saladar. Y tendría que realizarse un Programa de Vigilancia y Protección de los espacios naturales, tanto en la fase de obras como en la fase de operación de la infraestructura.

Por todo esto, nos oponemos a esta intervención en un humedal protegido que se incluyó en 2002 en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana, y proponemos que se utilice el propio Saladar como balsa de laminación. Si el único problema es la posible inundación de la carretera nacional CN-332 otra solución sencilla sería elevar esa carretera en el tramo inundable.

En definitiva, exigimos de una vez por todas, la protección real y efectiva del Saladar de Agua Amarga como espacio natural singular de gran importancia ecológica, y que no se convierta en una especie de “perro flaco” al que le llegan todo tipo de “golpes” o impactos (Desaladora de Alicante, Ciudad de la luz, vertidos de industrias, …etc.). Finalmente hacemos un llamamiento a las autoridades para que tengan una perspectiva y una visión de futuro acorde con las políticas sostenibles necesarias para poner en valor la protección de la naturaleza como una inversión a largo plazo.