En la comarca de Tentudía, situada al sur de Badajoz, en la confluencia de los arroyos Culebrín y la Ribera del Cala, se encuentra el paraje de Aguablanca, donde se unen las provincias de Huelva y Sevilla con Extremadura.

Pablo Ramos Duro, Ecologistas en Acción de Extremadura. Revista El Ecologista nº 39. Primavera 2004.

En los paisajes de Aguablanca podemos encontrar una magnífica representación del monte mediterráneo y de las dehesas del sur de Extremadura, que limitan (administrativamente, porque en realidad no existe delimitación natural) con una de las últimas Reservas de la Biosfera declarada por la UNESCO en 2003, la de las dehesas del norte de Andalucía, que incluye los Parque Naturales Sierra Norte de Sevilla y Sierras de Aracena y Picos de Aroche. Ambos lindan con la comarca de Tentudía, lo que nos da una idea de los magníficos paisajes que se observan desde el Cerro de Aguablanca.

Las explotaciones de dehesa conjugan beneficio económico y conservación; en esta ruta, tendremos ocasión de observar los aprovechamientos ganaderos más típicos de la zona, especialmente el cerdo ibérico junto con algo de ganado ovino, caballar y reses bravas.

En esta comarca existe cada vez más afición de búsqueda de setas, constituyendo el entorno de las Sierras de Aracena uno de los mejores lugares para encontrar la amanita de los Césares, el gurumelo y un sinfín de variedades micológicas de interés culinario que nos harán disfrutar de una entretenida jornada de recolección. En caso de no tener suerte, podremos recurrir a los restaurantes de la zona donde podremos consumir una ensalada de Amanitas o un exquisito plato de secreto ibérico.

También, por estos parajes, encuentran refugio algunas especies que podremos observar con cierta facilidad, como la cigüeña negra (de la que incluso existen ejemplares que hibernan en Aguablanca), águila culebrera, milano real, buitre negro… Si tenemos suerte, veremos alguna nutria de las que abundan en estos ríos. Tentudía está catalogada como zona de paso de lince, aunque los ejemplares son muy escasos y su observación difícil.

Una ruta por Aguablanca

Para recorrer estos parajes tenemos múltiples opciones, ya que varias vías pecuarias atraviesan la zona. A lo largo del paseo, podremos observar algunos carteles de madera colocados por el grupo local de Ecologistas en Acción, que nos indican la existencia de vías pecuarias y su denominación. También existen varias rutas senderistas señalizadas por la Junta de Andalucía.

La ruta propuesta tiene 22 km y el tiempo aproximado que se puede emplear en realizarla es de unas 6 horas. La existencia de cañadas, veredas y cordeles, antaño utilizados por los rebaños de ovejas merinas trashumantes, nos permite realizar la ruta a pie o en bicicleta, las pendientes son poco acusadas, por lo que el paseo será relajado; el único inconveniente puede ser el paso de los arroyos Culebrín y de la Víbora en períodos de fuertes precipitaciones.

Es difícil realizar una ruta circular a pie sin utilizar algún tramo de carretera y por ello es conveniente dejar un coche al final del recorrido (entrada a la finca el Romeral desde la N-630, a 500 metros de la venta de los conejos, en dirección Sevilla a la izquierda), y otro en el Cruce del Culebrín, que conecta la N-630 con Llerena, (al entrar en esta carretera nos desviamos en el primer camino a la derecha, y a pocos metros encontraremos un aparcamiento).

El paseo se inicia en una zona esteparia, creada por la acción humana, para el pastoreo de los rebaños de ovejas. Podremos observar especies típicas de este hábitat como la coguta, con su característica cresta, los trigueros, con su grueso pico, el mimético alcaraván o rapaces como los cernícalos o el águila real, que anida en las sierras cercanas y suele cazar en esta zona. En los arroyos que atravesamos podemos observar grandes tarajes, sauces, álamos negros y es fácil sorprender a los galápagos leprosos o a las ranas.

Poco a poco nos vamos adentrando en unas dehesas cada vez más productivas, en las que nos será fácil observar a los cerdos ibéricos, especialmente si vamos a finales de otoño o principios de invierno, cuando aprovechan las bellotas para engordar sus ricos jamones. Además, podemos verlos alimentarse de bulbos, pastos, hormigas cuyas colonias excavan… La explotación de este animal es uno de los motores económicos de la comarca.

En las rocas y muros de piedra veremos algunas flechas amarillas que nos indican que nos encontramos en una ruta empleada por los peregrinos que hacen el camino de Santiago; también algunos postes de granito colocados recientemente nos advierten que estamos en la Vía de la Plata.

En este ecosistema es fácil observar milanos, ratoneros, águilas calzadas, rabilargos… El árbol característico es la encina aunque también hay escaramujos, retamas o hermosos majuelos, aquí también llamados tileros, con cuyas blancas flores se elabora una infusión con propiedades tranquilizantes como la tila.

En el camino nos sorprende el Castillo de las Torres, con sus torreones coronados por nidos de cigüeñas. Bajando hacia el arroyo de la Víbora, en el que podemos ver de cerca el rojo tamujo, con sus abundantes espinas que le protegen de los herbívoros y hacen que a menudo se emplee para evitar daños a los troncos de los árboles recién plantados, incluso en las ciudades. Éste puede ser un buen lugar para descansar un momento antes de continuar la ruta, aunque también podemos hacerlo en la localidad del Real de la Jara que se encuentra a 1 km. Al llegar a este pueblo, deberemos girar a la derecha y frente a la Parroquia de San Bartolomé, encontramos un mesón de donde parte un camino que se encuentra señalado como sendero de Rivera de Cala y que discurre por el cordel Almadén-Sevilla indicado en un cartel como cordel de Monesterio.

Cruzamos nuevamente el arroyo de la Víbora, donde podremos apreciar la diferencia entre los álamos autóctonos y las variedades híbridas que han sido plantadas en este tramo (los introducidos tienen el tronco más liso). Poco después de pasar el arroyo vemos los primeros efectos de las actividades que amenazan Aguablanca. Se han talado varias encinas centenarias de esta vía pecuaria y se aprecia el efecto del paso de vehículos pesados. Este camino más ancho es el que debemos seguir.

Tras recorrer cerca de 1 km cruzamos un arroyo (dejamos a la derecha un camino con una valla), aquí veremos una cancilla en cuyo poste podemos leer Aguablanca. Sin entrar dentro y cogiendo un camino a su derecha proseguiremos por el Cordel Almadén-Sevilla que atraviesa la finca.

En Aguablanca hay una gran diversidad de vegetación autóctona con madroños, lentiscos, coscojas, e incluso orquídeas y algunos quejigos, más abundantes junto a los arroyos y en el cercano cerro de Santa María, que se encuentra hacia el Sur, ya en Andalucía. Esta rica vegetación alimenta, entre otros, a ciervos y conejos.

Al cruzar el Arroyo del Culebrín en sus rocas es habitual encontrar excrementos de nutrias y si llegamos con cautela podremos contemplar alguna cigüeña negra o garza real comiendo la variada piscifauna autóctona de estos arroyos con pardillas, barbos… Es frecuente hallar aquí sapos de espuelas, que caen en el interior del paso canadiense que se encuentra al cruzar el arroyo. Este paso da entrada a la finca El Romeral en la que pastan toros de lidia, que aquí en las dehesas son muy tranquilos, pero a los que no conviene molestar.

Seguimos el mismo camino y volvemos a cruzar otro paso canadiense en el que giraremos a la derecha. A partir de aquí es prácticamente recto siendo de interés el cortijo de la finca donde pace todo tipo de ganado: caballos, vacas y, nuevamente, los cerdos ibéricos con sus parideras donde nacen los lechones. La ruta en este tramo final transcurre entre magníficas dehesas de gran belleza.

La amenaza de la mina

Aguablanca está en peligro inminente de ser destruido por la empresa minera canadiense Río Narcea Gold Mines que pretende llevar a cabo una explotación minera a cielo abierto.

Más de 350 hectáreas de bosque mediterráneo y dehesas en magnífico estado de conservación serán destruidas. El proyecto minero incluye una balsa de 95 hectáreas que contendrán hasta 18 millones de m3de lodos tóxicos, asentada en terrenos en parte calizos y que constituirán una grave amenaza de contaminación para la cuenca del Guadalquivir. Estos arroyos abastecen, entre otras poblaciones, a la ciudad de Sevilla.

Las escombreras de hasta 60 m de altura ocuparán unas 118 hectáreas. La explotación minera durará 11 años y contará con importantes subvenciones públicas, de momento, más de 1.100 millones de las antiguas pesetas a cargo de los fondos de incentivos regionales. Lo más lamentable del proyecto es que cuenta con el beneplácito de la Junta de Extremadura, del Ministerio de Medio Ambiente y de la Unión Europea que la subvencionará, toda una muestra de cómo se apoya el desarrollo insostenible.

Iniciativas de Ecologistas en Acción

Además de tres rutas senderistas que se han realizado hasta la fecha siguiendo este itinerario, se han llevado a cabo jornadas informativas en la localidad de Monesterio con la intervención de Mineros de Aznalcóllar, juristas, biólogos, expertos en desarrollo rural… Se ha editado un folleto informativo titulado “Salvar Aguablanca; paremos un segundo Aznalcóllar” en él se explican las características de la explotación minera, que se pretende realizar a cielo abierto, y porqué hay que oponerse a la misma.

Ecologistas en Acción de Extremadura, ante la indiferencia de las administraciones y el grave perjuicio al medio ambiente que se está produciendo, tiene abierta una cuenta en la Caja Rural de Extremadura 3009 0058 09 1145190821 en la que indicando “Donación Salvar Aguablanca” se puede contribuir a un fondo que permita afrontar acciones de todo tipo y especialmente las judiciales puestas en marcha ante los graves incumplimientos de la legislación ambiental y urbanística que se están cometiendo. Estas aportaciones son muy importantes, ya que esta federación se financia exclusivamente con la venta de material y las aportaciones de sus socios y simpatizantes.

¿Qué puedes hacer tú?

Visita el lugar para conocerlo y poder valorarlo, te sorprenderá. Escribe a los medios de comunicación y a los políticos responsables manifestando tu oposición a este proyecto. Contacta con los grupos de Ecologistas en Acción de las tres provincias afectadas (Badajoz, Sevilla y Huelva) para colaborar en las acciones previstas.