En septiembre de 2006 se produjo una mortandad de fauna acuática muy importante en el río Carrión, un volumen no inferior a 3000 m3 de líquido contaminante alcanzó a través del río Carrión al río Pisuerga y finalmente al río Duero, afectando a sus cauces en más de 100 kms. de longitud y prolongándose sus efectos en el tiempo durante más de dos semanas.

Este vertido causó importantes daños al dominio público hidráulico en relación a la calidad de las aguas, cuantificados por la CHD en más de un millón de euros, una elevada mortandad de fauna piscícola –ciprínidos y esócidos- habiéndose recogido más de 6.000 kgs. de peces muertos, así como produjo un efecto negativo sobre la vegetación asociada, todo ello valorado por la Junta de Castilla y León en más de 30.000 euros.

La muerte de miles de peces se debió a un vertido altamente contaminante de una mezcla de residuos de destilación de alcoholes, fundamentalmente “vinazas”, con aguas residuales de diversos orígenes, como consecuencia de los trabajos de desmantelamiento de la fábrica de Azucarera Ebro en Monzón de Campos (Palencia).

Esta contrató los trabajos de desmantelamiento y achatarramiento a Mena Recycling (gestor de residuos no peligrosos en Castilla y León) como constaba en el acuerdo solamente para “desmantelamiento y desguace de la maquinaria e instalaciones que componen la fábrica, como la venta de los materiales obtenidos”.

Tras finalizar su actividad productiva en 2004, Azucarera Ebro abandonó sus instalaciones sin inventariar las sustancias tóxicas y peligrosas que albergaban distintos tanques-depósitos, no se registró como poseedor de residuos tóxicos, ni contrataron su retirada con gestor autorizado alguno.

Al proceder en el año 2006 al desmantelamiento de estos depósitos-tanques la manera de deshacerse del contenido tóxico y peligroso de los mismos fue trasvasarlo a una balsa creada para la ocasión, con conocimiento y acuerdo de ambas empresas, a sabiendas de que estaban cometiendo una ilegalidad flagrante. El muro de contención de la balsa reventó y llevó hasta el río Carrión toda su carga contaminante produciendo un atentado ambiental con nefastas consecuencias para todo el dominio público hidraúlico a lo largo de 100 kilómetros.

En este caso ejercen acusación particular: Confederación Hidrográfica del Duero, Junta de Castilla y León y Ecologistas en Acción de Palencia, junto con la Fiscalía.

La CHD ha solicitado penas de 3 años de prisión para los dos imputados por la comisión de un delito contra el Medio Ambiente: Ecologistas en Acción hemos solicitado para los dos imputados penas de prisión de 3 años por la comisión de un delito contra el medio ambiente y de 2 años de prisión por un delito de daños cualificado. Fiscalía 6 meses de prisión y la Junta de Castilla y León, aplicando la teoría del mínimo esfuerzo, se adhiere a la petición del Fiscal.

Ahora se acuerda la apertura del juicio oral, tendremos que esperar al menos dos años para conocer la sentencia.