Ecologistas en Acción quiere denunciar públicamente el atropello contra el medio natural que un maderista, Alberto Rioja, está cometiendo en la vega alta del río Añamaza, en los términos municipales de Aguilar del río Alhama y Cervera, en plena Reserva de la Biosfera.

Según denuncia de los vecinos de la localidad de Cervera del río Alhama se están realizando talas indiscriminadas de árboles en algunos casos centenarios en la misma margen del río Añamaza a su paso por La Rioja. Este espacio, declarado Zona de Especial Protección para las Aves, protegido por el Plan Especial de Protección del medio Ambiente de La Rioja, y recientemente declarado RESERVA DE LA BIOSFERA por la UNESCO, ha sufrido la corta sin autorización de toda la vegetación que protegía sus riberas, tal y como hemos comprobado in situ. La tala indiscriminada ha sido especialmente grave en su tramo Soriano, colindante a la Rioja (Valverde de Ágreda), donde este maderista ha talado a mata rasa sotos enteros. Ya dentro de La Rioja ha eliminado Sauces y Álamos centenarios en la misma orilla del río, sin respetar la vegetación de margen que marca la ley.

Así mismo se han producido dragados y obras dentro del propio cauce de este río, sin que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) tome cartas en este Asunto.

Desde Ecologistas en Acción trasladamos a la Consejera de Medio Ambiente, la responsabilidad directa por no ser capaz su departamento de salvaguardar la integridad física de espacios de elevado valor ambiental dentro de la RESERVA DE LA BIOSFERA.

Según hemos constatado, las zonas arrasadas de vegetación natural han sido plantadas con especies de producción, hasta el mismo cauce del río, sin respetar las distancias mínimas que marca la ley.

La compra por parte de Alberto Rioja de las fincas colindantes al río Añamaza es un claro ejemplo de la incompetencia manifiesta de los servicios de Medio Natural del Gobierno de La Rioja que conocedores del elevado valor ambiental del cañón de Añamaza deberían de haber ejercido su derecho de retracto y adquirir para la Comunidad Autónoma estos terrenos, de un ridículo valor económico.

Como nos temíamos cuando se declaró esta zona “RESERVA DE LA BIOSFERA” en la práctica tan solo está sirviendo para que algunos de nuestros «responsables políticos» hagan de cuando en cuando alguna rueda de prensa y publicidad y propaganda del importante patrimonio natural de La Rioja y de su «protección», cuando sólo demuestran que es papel mojado.