Gena-Ecologistas en Acción de la Axarquía ha presentado denuncia, ante la Delegación Provincial de Medio Ambiente y ante la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, una denuncia sobre diversas agresiones que se vienen realizando sobre la fauna de vertebrados en varios parajes del término municipal de Vélez-Málaga.

En efecto, en el término municipal de Vélez-Málaga se viene realizando actuaciones agresivas para la fauna de vertebrados que se encuentra en determinados hábitats. Agresiones que se han venido produciendo en el corto intervalo de un mes, el de mayo, precisamente en una delicada época en que se produce la mayor parte de los procesos de reproducción (anidación y cría de pollos) de muchas especies de aves.

En primer lugar, tal como denunciamos telefónicamente a los Agentes de Medio Ambiente, en el río Vélez hay una cuadrilla de inmigrantes (creemos que de origen rumano) que viene realizando cortas de cañas de las márgenes de este río, incluidas las del Delta, paraje protegido como humedal. Estas cortas se realizan de manera asistemática, posiblemente en función de encargos de agricultores que requieren estos recursos para sus labores.

En segundo lugar, en la Avenida Toré de Torre del Mar, la Concejalía de Parques y Jardines del ayuntamiento de Vélez-Málaga, ha procedido a realizar talas y podas de árboles de más de 50 años del género Casuarina, especie protegida en el PGOU de Vélez-Málaga. En esta ocasión, los operarios han procedido a la tala de algunas piezas y a la poda salvaje de los restantes ejemplares. Esta poda ha sido irracional, dejando únicamente una rama con hojas, insuficiente para asegurar la nutrición vegetal, y con gran cantidad de aberturas que corren el peligro de ser vías de introducción de hongos e insectos xilófagos. Además del daño vegetal, que no tiene justificación alguna, puesto que son árboles plantados precisamente en una avenida que se ha remodelado recientemente y los árboles están separados de las viviendas, estas podas han eliminado una cantidad no determinada de nidos y posaderos de multitud de aves de afinidad urbana, pues dicha tala, repetimos, se ha realizado precisamente en la época de mayor susceptibilidad para la avifauna.

En tercer lugar, en el recinto ferial de Vélez-Málaga, el pasado domingo día 6 se produjo un incendio que afectó a los carrizales que existían en este lugar, precisamente hábitat de muchas especies de aves (ej. carricero común) y de anfibios (ej.sapillo pintojo). Este hábitat también está afectado por unos acarreos de tierra y vertederos ilegales de basura.

Finalmente, en el Delta del río Vélez, el pasado martes día 15 una excavadora procedió a eliminar cañaverales para ampliar el carril de la margen derecha del río en el Delta. Desconocemos la autoría de esta salvajada, que se ha saldado con la destrucción de multitud de nidos de aves y ha podido afectar a otros grupos de vertebrados como los señalados en el Anexo. Pensamos que podría tener relación con el paso de camiones de gran tonelaje en las obras de regeneración de la playa nudista, obras acometidas por la Demarcación de Costas, con conocimiento de la concejalía de Playas del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, la cual afirma que ellos no dieron orden de realizar estas operaciones y que además pidieron a los camiones que entraran por la playa nudista.

Que, todas estas obras han afectado y, en otros casos, podrían haber afectado potencialmente a especies de la fauna de vertebrados tales como: Ranita meridional, sapo corredor, lagartija colirroja, lagartija ibérica, salamanquesa común, salamanquesa rosada, culebra de collar, culebra de escalera, culebra bastarda, ruiseñor común, ruiseñor bastardo, buitrón, lavandera boyera, mirlo común, verderón, verdecillo, jilguero, carricero común, carricerín, erizo común, rata campestre, ratón moruno, comadreja o gineta.

Gena-Ecologistas en Acción considera que estas acciones pueden ser constitutivas de delito ambiental, o de falta grave como atentado contra la biodiversidad, por lo que insta a las autoridades, locales y provinciales, que se depuren las responsabilidades de estas acciones y se proceda a adoptar protocolos que eviten la repetición de estos hechos en otras temporadas de cría, teniendo presente siempre que cualquier actuación sobre los hábitats naturales conllevan pérdidas irreparables para los seres vivos asociados a los mismos.