La energía eólica marina continúa su desarrollo en el mundo y Europa sin la contribución de nuestro país hasta la fecha: son ya más de 33 parques off shore implantados en el mundo, con 1.500 MW operativos generando electricidad limpia. Toda electricidad que se genere sin emitir gases contaminantes representa una contribución trascendental para luchar contra el Cambio Climático. Las energías solar, eólica, de la biomasa e hidráulica, son por ello fundamentales para el cambio de modelo energético insoslayable que necesitamos.

El Estudio Estratégico Ambiental del litoral español de los Ministerios de Industria y Medio Ambiente clasificó las zonas de dominio público marítimo terrestre en aptas (verde), de exclusión (rojas) y con condicionantes ambientales (amarillo). Su concreción en parte del litoral gaditano se puede visualizar en el mapa adjunto.

No es extraño por ello que las franjas amarillas aptas pero con condicionantes ambientales más idóneas correspondan a los municipios de Barbate y Chipiona. El primero se opuso tajantemente al proyecto de eólica marina, mientras que el ayuntamiento chipionero está siendo uno de los promotores del proyecto de Magtel.

Los detractores de este tipo de energía limpia se alían de hecho con los poderosos intereses energéticos que están intentando cargarse el papel relevante de las energías renovables en España. Practicando el lema de “energía eólica sí, pero aquí no”, siguen al pie de la letra el guión de “no en mi patio trasero” para intentar justificar su incoherencia y contradicción. Confunden suposiciones y prevenciones (“daños al turismo, a la pesca y a la economía de la Bahía”), con hechos y realidades demostradas. Escamotean la auténtica motivación para oponerse a estos proyectos, que no es más que un electoralismo ramplón, al que se someten vergonzantemente los alcaldes y la mayoría de los grupos políticos de los ayuntamientos de Rota, Vejer, Conil y Barbate. El último episodio lamentable ha sido el rechazo del Ayuntamiento de El Puerto, a iniciativa de Izquierda Unida, a los parques eólicos marinos en su litoral. Estos mismos Ayuntamientos que se muestran tan sensibles al impacto de estos aerogeneradores a más de diez kilómetros de sus costas y playas, son los mimos que han promovido todo tipo de urbanizaciones, campos de golf e infraestructuras en el litoral terrestre de sus términos municipales destruyendo gran parte de sus valores naturales y paisajísticos.

Este rechazo es más incompresible si se tiene en cuenta que, según el mencionado Estudio Estratégico Ambiental de los Ministerios de Industria y Medio Ambiente, en una franja de unos de 10 kilómetros de la costa portuense no está permitido instalar aerogeneradores, por lo que su lejanía y prácticamente nulo impacto visual está garantizado.

Por todo ello, si los proyectos demostraran su viabilidad, Ecologistas en Acción El Puerto no tendría ningún problema en apoyarlos, siempre que, como reiteradamente hemos afirmado: “Si el proyecto a evaluar resuelve los impactos ambientales, no genera perturbaciones en las rutas migratorias de las aves, no afecta a los caladeros de pesca litoral y asegura la evacuación de la electricidad generada sin problemas, el proyecto sería asumible desde posiciones de racionalidad ecológica y de compromiso con el desarrollo sostenible”.

Sólo pedimos racionalidad y valentía a nuestros representantes políticos para que asuman el compromiso de las energías limpias, el ahorro y la eficiencia energética, abanderando todos los proyectos sostenibles que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, generen empleo sostenible y consoliden un modelo energético al margen de los combustibles fósiles y de la energía nuclear.