Ecologistas en Acción considera, a la luz de los datos parciales ofrecidos ayer por el CSIC, que la Junta no tenía que haber concedido ninguna licencia para la instalación de centrales de ciclo combinado en la ría de Huelva. Los datos hechos públicos por el CSIC evidencian la existencia de una saturación de contaminación atmosférica en la zona de Huelva, como se demuestra por la incapacidad de reducir los índices de contaminación por partículas, que siguen contabilizando decenas de superaciones anuales de los máximos diarios permitidos, o por los graves picos de emisiones ácidas del pasado invierno.

A falta de los resultados de contaminación por ozono troposférico, debidos a las emisiones de contaminantes como óxidos de nitrógeno, de los que las centrales de ciclo combinado emiten en grandes cantidades, los datos hechos públicos ayer sobre las previsiones de contaminación térmica(subida de temperatura del agua) en la ría de Huelva, demuestran la temeridad con que se está posibilitando la instalación de nuevas actividades contaminantes al servicio de ENDESA y U.FENOSA.

Asimismo la corroboración de que el apilamiento de los residuos peligrosos y radiactivos conocidos como fosfoyesos puede generar desplazamientos de los fondos de las balsas que los contienen, y los consiguientes riesgos de ruptura de sus diques, nos vuelve a colocar ante la evidencia del lastre contaminante que estas balsas suponen para el presente y el futuro de Huelva.

Frente a las habituales lecturas triunfalistas a que nos tiene habituados la Junta de Andalucía en su obsesión por modificar la percepción social sobre los impactos ambientales y sobre la salud, que generó la incontrolada implantación industrial en la comarca de Huelva, los datos hechos públicos corroboran la insostenible situación de riesgo a que está sometida la ciudadanía de Huelva. Que desde la Consejería de Sanidad intenten “tranquilizar” a la población onubense ante los excesos detectados de mortandad por cáncer, achacándolo a los “malos hábitos de los onubenses que fuman mucho, y se alimentan inadecuadamente” resulta grotesco, cuando han sido incapaces de contar ni siquiera con un registro de los casos de cáncer que sólo ahora han anunciado como propósito de futuro.

Desde múltiples instancias sanitarias mundiales y europeas se reconoce que una parte importante de las causas de mortandad humana está relacionada con la contaminación ambiental, y no cabe duda de que la situación de contaminación en Huelva ha sido y sigue siendo fuente de importantes afecciones a la salud de su ciudadanía. Por desgracia, en esto, la percepción social no es equivocada, y buena parte de la población onubense ha tenido experiencia directa de enfermedades y muertes, fuera de lo normal en otros sitios, por mucho que los responsables de la administración sanitaria parecen pretender ocultarlo.