Las transnacionales están mercadeando con el medio ambiente y la salud de los salmantinos. El acuerdo no vinculante concede a la coreana un 35% de los derechos de Berkeley en Salamanca a cambio de 70 millones de dólares.

El pasado día 10 de agosto Berkeley Resources Ltd anunció que había llegado a un acuerdo no vinculante con Korea Electric Power Corporation (KEPCO) por el que la multinacional australiana cedía el 35% de su participación en las investigaciones de uranio en Salamanca a cambio de 70 millones de dólares de EE.UU.

Berkeley Resources reconoce que este acuerdo es un avance importante en su intención de abrir nuevas minas de uranio en Salamanca en 2012. La inyección de liquidez de la empresa coreana significa que Berkeley, que actualmente no dispone de ningún otro negocio ni activo que le genere ingresos, siga adelante con sus investigaciones. Además, al ceder parte del negocio, también cede parte del riesgo real de que los depósitos de uranio de Salamanca no sean rentables.

KEPCO es la principal empresa eléctrica de Corea del Sur, y sus acciones cotizan en las bolsas de Seúl y Londres. Además de la generación y comercialización de electricidad en su país, está presente también en otros países, como en los proyectos de minas de uranio en Australia o Canadá, centrales eléctricas en Filipinas, Líbano, Nigeria o Arabia Saudita, o la intención de construir una central nuclear en Turquía.
Hasta ahora, la Junta de Castilla y León ha autorizado 19 permisos de investigación de uranio a Minera del Río Alagón, la empresa que está utilizando Berkeley para entrar en España. Estos permisos afectan a 39 pueblos del oeste salmantino, desde Las Arribes hasta El Rebollar, incluyendo Ciudad Rodrigo .

También el Gobierno autorizó en abril de 2009 el acuerdo entre ENUSA y Berkeley para trabajar en Saelices el Chico, y reabrir sus minas.
Tanto la Junta del PP como el Gobierno del PSOE son responsables de que en los mercados internacionales se esté especulando con el medio ambiente y la salud de los salmantinos, de espaldas a los pueblos y a sus vecinos.

Está demostrado desde hace años que las minas de uranio tienen un gran impacto sobre el medio natural, liberando radiactividad a la atmósfera y al agua. Y también se ha demostrado que tienen un fuerte impacto en la salud de los trabajadores y de la población en general. Recordemos que los informes del Instituto de Salud Carlos III de 1999 y 2001 constataban que en los municipios cercanos a la mina ya cerrada de Saelices el Chico se detectaban unos índices muy altos de leucemia y cáncer de pulmón. En el informe de 2009 se ha detectado en la comarca unas altas tasas de cánceres del sistema nervioso.

A pesar de esto, la Junta y el Gobierno, PP y PSOE, están permitiendo la posibilidad de que en Salamanca se abran de nuevo minas de uranio, y de que las multinacionales se estén lucrando a costa de nuestra salud y de nuestro medio ambiente.