La apuesta por un desarrollo verdaderamente sostenible y por la defensa del medio ambiente supone una alternativas viable y necesaria frente a la crisis. Además, la promoción de las energías limpias, del ahorro y la eficiencia, de la gestión racional de los residuos, del ecoturismo o de la agricultura ecológica, entre otras muchas posibles, genera mucho más empleo que nuestro insostenible modelo económico actual.

José A. Herrera Sánchez, Francisco Fernández Martínez, Ecologistas en Acción de la Región Murciana. El Ecologista nº 62

España viene apostando abiertamente por un modelo económico ambiental y socialmente insostenible, basado, entre otros elementos, en un crecimiento desmesurado del sector del ladrillo y la especulación inmobiliaria. Un ejemplo de esto es que en los últimos 10 años, de los 4 millones de nuevas edificaciones construidas en Europa, la mitad se levantaron en suelo español. Y mientras la población crecía un 4,3%, la superficie urbanizada lo hacía un 25,4% [1].

Esto ha tenido como una de sus consecuencias que los efectos de la actual crisis sean especialmente visibles en el Estado español. Sin embargo, más allá de las historias personales que una crisis económica encierra –a buen seguro dramáticas en muchas ocasiones–, ésta también ofrece una importante oportunidad para cambiar las cosas, apostando por un modelo viable y respetuoso con el medio ambiente.

La crisis, en definitiva, como oportunidad para introducir cambios que permitan ese necesario viraje hacia la sostenibilidad. Y es que, hasta ahora, durante los años en que los buenos resultados económicos han acompañado –al menos en el terreno de las grandes cifras– se ha gestionado el patrimonio ambiental como si su defensa, conservación y promoción fuera un lastre para el progreso [2].

Y si cuando las cosas han ido bien, el medio ambiente era un valor a la baja, ahora, la crisis económica parece ser la excusa perfecta para seguir en la línea de marginación de todo aquello que implique un compromiso con lo sostenible. El giro en política ambiental del Gobierno central en esta nueva etapa, o las medidas anunciadas para afrontar la crisis, parecen confirmarlo [3].

Resulta por tanto necesario hacerse la pregunta: ¿puede ser el desarrollo sostenible y la defensa del medio ambiente una estrategia viable frente a la crisis? Entendemos que no solamente puede, sino que debe serlo y, además, se trata de un elemento ineludible para avanzar hacia una sociedad más justa.

Economía y empleos verdes

Recientemente, se presentaba el informe Empleos Verdes, elaborado por el Worldwatch Institute, de EE UU y promovido por el Programa Mundial para la Naturaleza de la ONU (PNUMA) entre otras instituciones internacionales. En el estudio se analiza el impacto de la emergente economía verde en el mundo del trabajo. Entre otras cuestiones, se afirma que los esfuerzos para combatir el cambio climático podrían conducir a la creación de millones de empleos verdes en las próximas décadas. El empleo verde como estrategia o respuesta a la crisis ambiental [4].

En España, en los últimos años, diversos sectores, ligados de una u otra manera al medio ambiente, empiezan a generar una importante demanda laboral, llegándose a crear hasta 2,3 millones de empleos, según el Ministerio de Trabajo e Inmigración.

Uno de los sectores más importantes es el de las energías renovables. A pesar de estar en minoría en el mix energético, ocupan en España de forma directa a 90.000 personas, y de forma indirecta a 99.000 más. Una cifra que podría alcanzar las 270.000 en 2020, según un estudio elaborado por CCOO y cuyos datos recoge el informe del Worldwatch Institute [5].

Una actividad con un gran potencial de desarrollo en España [6], donde la dependencia de recursos no renovables es muy elevada. Sólo la solar, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), creará 25.000 empleos hasta 2010 en la instalación y mantenimiento de tecnología solar en sus tres modalidades: fotovoltaica, térmica y termoeléctrica. A lo que habría que añadir que se trata también de un área puntera dónde la investigación (I+D+i) y la inversión en industrias –como la de producción de silicio para paneles fotovoltaicos– podría generar miles de empleos.

Se trata, por tanto, de un sector capaz de generar una importante cantidad de puestos de trabajo, a la vez que contribuye a reducir las emisiones de CO2, principal gas de efecto invernadero. Lo que también encierra efectos económicos positivos. Un solo ejemplo: un estudio de WWF, Health and Environment Alliance y Climate Network Europe, asegura que si la UE optase por desarrollar políticas que diminuyesen nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en un 30%, se obtendría un ahorro anual de entre 6.500 y 25.000 millones de euros, equivalentes a una reducción de 8.000 admisiones hospitalarias al año y 2 millones de días laborales perdidos menos.

El ahorro y eficiencia energética es también una alternativa que aúna los objetivos de generar empleo y reducir nuestra huella ecológica. El informe Empleos Verdes del PNUMA afirma que de 2 a 3,5 millones de empleos en Europa y EE UU podrían generarse con inversiones destinadas a aumentar la eficiencia energética de los edificios.

Y en España se podrían crear, según CCOO, hasta 350.000 puestos de trabajo de media cada año. Un trabajador/año por cada vivienda/edificio rehabilitado, según recoge una propuesta que el sindicato hizo al Gobierno: un Plan cuatrienal (2009-2012) para la rehabilitación de viviendas y edificios con criterios de eficiencia energética.

Numerosas alternativas

Otro sector importante es el de la gestión de residuos. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino más de 150.000 personas se afiliaron a la Seguridad Social en 2008 en actividades relacionadas con el reciclaje y la depuración de aguas. A lo que hay que añadir que la gestión controlada y el reciclaje de los residuos pueden generar hasta 2.000 empleos al año por cada millón de toneladas de basuras tratadas, frente a 360 empleos de algunos vertederos habituales [7].

El turismo también ofrece posibilidades en la creación de empleo verde: el ecoturismo. Una opción interesante, casi inexplorada en numerosas regiones y comarcas, con interesantes variantes como el turismo ornitológico o astronómico, por citar dos casos. Y de los que ya existen ejemplos llevados a cabo en algunos lugares para promover y desarrollar alternativas al turismo convencional y a partir de las cuales se empieza a organizar una oferta importante.

En el terreno de la agricultura, el actual modelo agrícola ha llevado a que España sea uno de los países con mayor huella hídrica del mundo, situación que es especialmente visible en regiones del Levante español, como Murcia o Almería. La agricultura ecológica ofrece una alternativa viable, de menor impacto, producción más saludable y mayor generación de empleo.

Así, un estudio realizado en Reino Unido pone de manifiesto la ventaja económica y social del sector de la agricultura ecológica frente a la convencional. Las explotaciones agrarias ecológicas del Reino Unido –indica– “generan un 32 % más de empleos por finca que las convencionales y resultan más rentables”. Además subraya que la agricultura ecológica, “atrae a agricultores más jóvenes y preparados que potencian el desarrollo rural, tanto en la producción como en la transformación y elaboración de alimentos, entre otros factores” [8].

Desde las energías limpias hasta la prevención y reducción de contaminación de aguas, pasando por la educación ambiental, gestión forestal, movilidad sostenible, consultores ambientales, guías y monitores especializados en medio ambiente, cambio climático, calidad del aire, ecoinnovación, prevención de la contaminación lumínica, etc. son múltiples las áreas donde pueden coexistir la generación de empleo y la sostenibilidad, ofreciendo una oportunidad viable de desarrollo social y económico.

Para terminar citar sólo una última iniciativa: el Programa Empleaverde 2007-2013 de la Fundación Biodiversidad para la mejora del empleo y el medio ambiente. Entre sus metas está “apoyar a más de 50.000 personas y fomentar la creación de unas 1.000 empresas en el sector ambiental”, integrando proyectos que pongan en marcha procesos de cambio relacionados con el medio ambiente y la sostenibilidad.

El cambio es posible, y la crisis una oportunidad para abordarlo.


Este artículo es una adaptación del publicado en la revista Enclave Sindical nº 9 “Crisis económica” editada por CCOO Región de Murcia. Disponible en http://www.murcia.ccoo.es

Notas

[1] Informe Auken. El Ecologista, nº 61, verano 2009.

[2] Véase Valoración del estado de la conservación de la naturaleza en España. Ecologistas en Acción. octubre 2008.

[3] Véase Un programa por la Tierra. Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Birdlife y WWF, marzo 2009.

[4] Empleos Verdes: Hacia el trabajo decente en un mundo sostenible y con bajas emisiones de carbono. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

[5] Renovables y Empleo 2007. Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO (ISTAS).

[6] Véase Renovables 2050. Un informe sobre el potencial de las energías renovables en la España peninsular. Greenpeace.

[7] El auge del ecoempleo. Revista Integral nº 349.

[8] Soil Association (http://www.soilassociation.org/organicworks). Citado por Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE). NP SEAE Catarroja, 24/01/07.