Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones al documento relativo al diagnóstico ambiental que ha realizado HidroNitro Española con el objeto de obtener la Licencia de Actividad los saltos hidroeléctricos Arias I y II en el río Cinca, que empezaron a funcionar conjuntamente en 1983.

En dichas alegaciones se expone que se obvia información relativa a los azudes que recogen los caudales para los saltos, como sus dimensiones o los mecanismos de suelta de agua al cauce con el objeto de minimizar los efectos ambientales de esta actividad. Ecologistas en Acción considera una burla que en el documento se viertan afirmaciones como que este tipo de instalaciones «no suponen variación del caudal natural del río Cinca«, o «no supone una disminución en el proceso erosivo del río Cinca» o que «no suponen afección a la vegetación», por lo que no se analizan los impactos ambientales producidos por los azudes que se encuentran dentro de un espacio natural declarado como Lugar de Importancia Comunitaria y por lo tanto protegido por la Directiva de Hábitats.

Estas presas derivan prácticamente todos los caudales que bajan por el Cinca en este tramo, sobre 10 m3, dejando tan poca agua en el río que durante 17 kilómetros se producen importantísimos impactos ambientales, como pérdida de diversidad que afecta a especies en peligro de extinción como el pez fraile y otras catalogadas como la nutria, el bagre o el lobo de río. También se producen graves afecciones a los bosques de ribera, que en este tramo se encuentran muy deteriorados al descender el freático por falta de caudales. Otros impactos producidos son la pérdida de capacidad autodepurativa del
Cinca, que en este tramo recibe aguas del Vero con su carga contaminante y las alteraciones de la dinámica hidrogeomorfológica del río en el que se incrementan y aceleran procesos de incisión lineal y acorazamiento aguas abajo de los azudes.

Se solicita que se obligue a HidroNitro a presentar un verdadero documento de Diagnosis Ambiental que analice los impactos, y que recoja las medidas correctivas y compensatorias adecuadas para los impactos producidos, como la construcción y adecuación de escalas de peces, la suelta de un régimen de caudales de mantenimiento y la demolición y retirada del azud de Puente las Pilas, destruido por una riada con objeto de cumplir el buen estado ecológico del río en el año 2015, como marca la Directiva Marco de Aguas.

Por otro lado y mientras se realizan los estudios citados y se adopten las medidas correctoras y compensatorias se solicita que se suelten caudales de forma provisional y de acuerdo a lo reglamentado en el Plan Hidrológico del Ebro para amortiguar los graves impactos en un tramo de 17 kilómetros, entre los términos de Estada y Ariéstolas, donde apenas baja agua.