La 10º Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB COP 10) que se celebrará en Nagoya, Japón, entre el 18 y el 29 de octubre, es uno de los encuentros de mayor importancia hasta el momento, debido al fracaso de los objetivos sobre Biodiversidad para el 2010, ya que en la misma deberá aprobarse un nuevo marco estratégico de conservación de la biodiversidad.

Cuanto más se incrementan los niveles de consumo y aumenta población, más se reduce la Biodiversidad y la capacidad de la naturaleza de continuar proporcionando bienes y servicios. Los ecosistemas son vitales para el mantenimiento del bienestar humano, por lo que la protección de la Biodiversidad es crucial. Por ello, en abril de 2002 las Partes del Convenio se comprometieron a alcanzar una reducción significativa del porcentaje de pérdida de biodiversidad a nivel local, nacional y global, como contribución para el alivio de la pobreza y en beneficio de toda vida en la tierra. Gracias a este objetivo sobre biodiversidad para el 2010, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente declaró el año 2010 como Año Internacional de la Biodiversidad con el propósito de despertar conciencia sobre la pérdida de biodiversidad y promover la protección del Medio Ambiente. Sin embargo, el objetivo para el 2010 no ha sido alcanzado y la biodiversidad continúa disminuyendo. Por consiguiente, las Partes reunidas en Nagoya tienen que aprovechar esta Conferencia para adoptar un enfoque estratégico ambicioso para la próxima década que permita detener la pérdida de biodiversidad para el 2020.

El fracaso del objetivo sobre biodiversidad para 2010, se debe fundamentalmente a la falta de voluntad política de los gobernantes, a que se le dio un enfoque excesivamente sectorial y a que se aplicaron soluciones de “final de tubería”, es decir: centradas en buscar soluciones tras la aparición del problema, sin abordar las causas subyacentes, prolongando en el espacio y el tiempo los problemas medio ambientales.

Mientras la sobreexplotación de los recursos naturales, la excesiva contaminación, el consumo y la producción sigan creciendo, el éxito de los objetivos de conservación de la naturaleza serán imposibles. Por consiguiente, es necesario un cambio de paradigma en las políticas sobre biodiversidad que permita identificar y abordar las causas más profundamente arraigadas.

CEEweb for Biodiversity y Ecologistas en Acción han realizado importantes recomendaciones a la Convención para poder alcanzar los objetivos de conservación de la naturaleza. Una de las principales recomendaciones es que el enfoque estratégico de la CDB debería centrarse en las causas subyacentes de la destrucción de la biodiversidad, tales como nuestro modelo insostenible de consumo y los patrones de producción. Patrones determinados por el actual sistema socio-económico el cual permite la no compensación por la pérdida de patrimonio natural. Por consiguiente, este sistema permite a los productos y servicios intensivos en energía prosperar debido a un acceso barato e ilimitado a los recursos naturales en comparación con el trabajo laboral humano. El sistema socio-económico se encuentra definido por los valores de la sociedad, entre los cuales el más dominante es, sin duda, nuestra creencia en el bienestar material y en el continuo crecimiento del PIB a expensas de otros valores como la salud medio ambiental, la felicidad o la seguridad.