Ecologistas en Acción de Andalucía teme que la presencia de Rosa Aguilar en Medio Ambiente no vaya a suponer ninguna mejora en la nefasta gestión desarrollada por Espinosa en ese Ministerio.

La gestión de Aguilar como Consejera de Obras Públicas y Vivienda, que tiene gran trascendencia para las cuestiones ambientales, ha sido muy negativa. Ha empeorado los problemas de ordenación del territorio y no ha hecho nada por la movilidad sostenible: No se ha invertido en transporte público en fomento de la bicicleta ni en ferrocarril convencional y de cercanías.

Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria la política de la Junta de Andalucía, con Rosa Aguilar de Consejera de Obras Públicas y Vivienda, ha sido la de potenciar el sector de la construcción con megaproyectos que han ido colándose como «Areas de Oportunidad» en los llamados Planes de Ordenación del Territorio a nivel comarcal, que suponen una vulneración absoluta de las tímidas medidas que se habían tomado en normas como el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) en relación con los límites al crecimiento de los suelos urbanizables y de las viviendas en los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU) de cada municipio.

Así mismo, ha basado la política de inversiones -es la consejería más inversora-, en más y más infraestructuras para el uso del vehículo privado y del AVE, manteniendo los planes megalómanos de construcción de autopistas y vías de AVE, que sólo han sido frenados por la crisis, pero con la promesa de que cuando pasen los malos tiempos se volverá al mismo nivel inversor en infraestructuras.

Rosa Aguilar ha sido no sólo más de lo mismo, sino que durante su gestión se ha intentado superar los peores años de la especulación urbanística con planes desmesurados de crecimientos de los suelos urbanizables y de las viviendas y hoteles en vez de replantearse otro modelo económico superando la dependencia del ladrillo, mostrándose poco dialogante y especialmente beligerante ante propuestas de cambio de trazado de tramos de AVE que conllevan impactos ambientales muy graves.

Además, durante su dilatada presencia en la alcadía de Córdoba recibió fuertes críticas de los ecologistas por el fomento de un urbanismo expansivo y la falta de control de las urbanizaciones ilegales, lo que le valió la concesión del premio «Atila» con el que Ecologistas en Acción destaca las actuaciones más lesivas para el medio ambiente.

Por tanto, desde Ecologistas en Acción de Andalucía, somos bastantes pesimistas dado sus antecedentes, dudamos de su sensibilidad e interés por la problemática ambiental y no esperamos que vaya a suponer un cambio en la gestión que se ha hecho a nivel estatal, aunque nos gustaría equivocarnos.