Un vertido de lixiviados contaminantes pone en evidencia que presuntamente, a falta de confirmación oficial, el vertedero de Golmayo (Soria) no garantiza ni ha garantizado la protección del medioambiente, con posible contaminación grave de un acuífero.

En la fecha de 16 de abril de 2016, una persona que estaba dando un paseo por la Sierra San Marcos descubrió que a escasos metros del perímetro del Vertedero o CTR (Centros de Tratamientos de Residuos) de Golmayo salía un chorro de agua de color negro y olor putrefacto, dando aviso a Asden-Ecologistas en Acción de Soria ante la posibilidad de que tal vertido fuera ilegal y sobre todo tóxico.

En días posteriores a la detección del vertido se realizaron actuaciones necesarias para identificar su existencia y naturaleza, comprobándose que efectivamente existía tal vertido, con un caudal de unos 0,25 litros/segundo, es decir 15 litros/minuto (más que muchas fuentes y grifos). Su análisis mostraba una carga química y bacteriológica que superaba altamente los niveles de Nitrógeno total (43,7 mg/litro) de vertidos autorizados para por ejemplo la EDAR de Soria que tiene un valor límite medio anual de 15mg/litro.

A falta de comprobación por las autoridades competentes, presuntamente el vertido procede del CTR de Golmayo, como demostraría su alta concentración de iones amonio que es típica de lixiviados de vertederos en los que se acumula materia orgánica en descomposición. En cualquier caso este vertedero no tiene autorizado ningún tipo de vertido.

El barranco receptor drena toda la cuenca hidrográfica en la que está el vertedero, discurriendo el vertido en superficie por un cauce que es identificado por la propia Confederación Hidrográfica del Duero (CH Duero) como Dominio Público Hidráulico. Tras un recorrido de unos 300 metros el vertido se sume en el terreno, pasando a contaminar el acuífero, como es normal en un terreno de roca caliza como es ese.

Esta contaminación de aguas subterráneas es precisamente uno de los mayores peligros de un vertedero legal, por ello un CTR es una instalación técnicamente compleja y costosa que debería estar construida, gestionada y controlada para evitar lixiviados que afecten al agua y a la salud humana. En especial en un ambiente mediterráneo como el de Soria, donde numeroso pueblos tienen problemas para conseguir una captación de agua accesible y de calidad.

Dado este peligro de contaminación de los acuíferos, se recopilo información sobre la posible afección a la salud humana a través de las captaciones o suministros de aguas potables. Y se descubrió que en el año 2002 el Ayuntamiento de Golmayo realizó una captación de agua potable para el municipio en el barranco del vertedero aguas debajo de vertido ahora detectado. Lo que en principio era un acuífero accesible, cercano al municipio, con caudal abundante y de calidad tuvo que ser desestimado por contaminación química y bacteriológica. Aquella contaminación del año 2002 es compatible con la del lixiviado detectado ahora.

De este acuífero no se conocen fuentes, y se supone que su afloramiento es directo y subterráneo al Embalse de Los Rábanos. De ser así, supondría un deterioro más de la calidad del Río Duero que impediría que el citado embalse pueda tener el uso recreativo y de zona de baño que todos los vecinos de la localidad de Los Rábanos desean desde hace décadas. En todo caso las autoridades deberían certificar la existencia de fuentes, o de captaciones legales o ilegales para prevenir su utilización.

Dada la presunta gravedad de los hechos se ha guardado la diligencia y el silencio necesario para dejar trabajar a la Autoridades competentes en la materia, que suponemos ya habrán iniciado las actuaciones y procedimientos necesarios para investigar, evitar y prevenir el vertido y el deterioro del acuífero.