Ecologistas en Acción ha presentado en Málaga el documental La Plaza de la Música. Historias de amianto, documental dirigido por el cineasta guipuzcoano Juan Miguel Gutiérrez y que aborda el drama que viven los trabajadores afectados por el amianto.

Es la primera vez que se proyecta en Málaga este documental que fue presentado oficialmente en el último Festival de Cine de San Sebastián.

El amianto mata en diferido. Es un producto vendido a toneladas en todo el mundo para ocultar el calor y que paradójicamente ha quemado los pulmones de miles de personas que convivían con sus fibras. Ese rastro de muerte que ha dejado a su paso por las fábricas de medio mundo atraía de manera irracional al cineasta Juan Miguel Gutiérrez (Rentería, Guipúzcoa, 1945). Así que poco a poco fue preparando un guión básico y a partir de ahí comenzó los primeros contactos con víctimas y expertos. Fue así como descubrió que su propia madre había muerto de cáncer de pulmón debido al amianto.

El amianto se utilizó de forma masiva en Norteamérica y Europa hasta los años sesenta, y en España, hasta los ochenta. «Los 40 primeros pisos de las Torres Gemelas se acabaron en 1969 y tenían amianto. Las demás ya no», recuerda el realizador. En España se prohibió en 2002.

Actualmente más de 125 millones de personas de todo el mundo se encuentran expuestas al amianto en su lugar de trabajo” (OMS, 2006: 1). Como consecuencia más de 100.000 personas mueren cada año por esta causa, que equivale a un World Trade Center cada 10 días.

El número de enfermedades sigue aumentado incluso en los países en los que se prohibió este material en los años noventa debido al largo periodo de latencia de estas dolencias; y “aunque se prohibiera su utilización de inmediato, el número de muertos que provoca solo comenzará a disminuir dentro de varios decenios” (OMS, 2006: 2).

En síntesis, cada cinco minutos muere una persona en el mundo de una enfermedad debida al amianto o asbesto y así seguirá ocurriendo durante muchos años.

En Málaga, la ciudadanía tuvo conciencia del extendido uso y el peligro tóxico que lleva aparejado este material cuando, tras el tornado que asoló la parte oeste de la ciudad en 2009, quedaron desperdigadas numerosas cubiertas y planchas de este material en el barrio de San Andrés, que necesitaron de equipos especiales de protección para ser retiradas.

En varios puntos de la ciudad, se han dado diversos casos en que trabajadores han retirado este material tóxico sin ninguna medida de seguridad y sin estar informados de lo que manipulaban, como sucedió en septiembre de 2009 en los antiguos edificios de García Grana durante su demolición. Con todo, el ‘punto negro» del amianto en Málaga está en los talleres de Renfe, ya que el amianto ha sido utilizado también para la construcción de ferrocarriles.

Ecologistas en Acción lleva años denunciando el peligro para la salud de este material, a través de Paco Puche, activista de este colectivo, que viene realizando una ingente labor de estudio sobre lo que Puche denomina “la tragedia del amianto”. La última actuación tiene relación con las alegaciones al proyecto de autopista de peaje que la administración quiere realizar entre Ronda y Marbella y que atravesaría grandes zonas protegidas que albergan el mineral en su geología.