En un suma y sigue de nuevas cementeras y centrales térmicas, que emitirán millones de toneladas de CO2, se continua la tramitación de una nueva central térmica en Ariño, central disimulada con el bonito nombre de»planta de valorización energética» y que producirá electricidad con el sistema menos eficiente que existe, con carbón de escombrera.

El pasado 16 de diciembre Ecologistas en Acción presentó un escrito de alegaciones contra el proyecto denominado «planta de valorización energética La Val de Ariño”, en Teruel, proyecto sometido a información pública y que pretende el aprovechamiento comercial de las escombreras de carbón que se han ido formando a lo largo de décadas de actividad minera.

Desoyendo las insistentes recomendaciones de la comunidad científica internacional, que piden limitar rápidamente las emisiones de CO2, y fuera de las pomposas declaraciones efectuadas en Cancún por el consejero de medio ambiente, Sr. D. Alfredo Boné, en las que reiteraba el contundente compromiso de Aragón para luchar contra el cambio climático, el proyecto de central térmica de Ariño va a suponer un incremento de las emisiones de CO2 , gas que calienta el clima, de al menos 500.000 toneladas anuales, toneladas que se sumarán a las 400.000 toneladas que soltará la central térmica de Mequinenza y a los más de 2 millones detoneladas que emitirá la térmica de Osera de Ebro, térmicas recientemente autorizadas por el Gobierno de Aragón y que están a la espera de su construcción.

Como se ha indicado en las alegaciones, la central térmica de Ariño va a disponer posiblemente de la mejor tecnología existente para quemar escombrera, pero también del peor sistema que hay para producir electricidad, ya que va a utilizar un combustible fósil de pésima calidad al que es necesario añadir caliza para neutralizar la gran cantidad de azufre que contiene. El añadido de caliza, que al descomponerse emite más CO2, y el pobre valor energético de la escombrera, hace que la relación entre la energía eléctrica generada y las emisiones de CO2 sea la peor que hay en el mercado energético ya que una central del tipo de la de Ariño emitirá unas 3'7 veces más de CO2, por unidad de energía generada, que, por ejemplo, una central térmica de ciclo combinado. Todo dentro de los sistemas de generación eléctrica no renovable y que usan combustibles fósiles.

Por ello es especialmente lamentable que el Gobierno de Aragón, que es juez y parte al formar parte de la empresa promotora (TEISA), pueda promover proyectos industriales tan poco eficientes en la producción eléctrica y que van contra todas las recomendaciones que hacen los economistas y científicos para aumentar la eficiencia energética en nuestra sociedad.

Así mismo Ecologistas en Acción, en su escrito de alegaciones al Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA), recuerda que una central térmica de este tipo, claramente contaminante y nociva, debe justificar, más allá de los intereses empresariales, su necesidad social. Y que el sistema energético español, tal como reconoce hasta el mismo ministro de Industria, está claramente sobredimensionado y sobra potencia eléctrica instalada.

Se cita demás, en las alegaciones, que precisamente el Ministerio de Medio Ambiente formuló hace poco declaración negativa de impacto ambiental al proyecto de central térmica en Fayón, entre otras cosas, por no justificar su necesidad y por no acreditar a qué centros de consumo iba a ir destinada la producción eléctrica de la central. En el caso de Ariño, situada en una zona con gran cantidad de centrales térmicas importantes (Andorra, Castelnou, Escatrón, Escucha…) cuesta mucho imaginar a quién va a ir dirigida la producción eléctrica que produzca.

Por todo ello Ecologistas en Acción solicita al Gobierno de Aragón que deniegue la Autorización Ambiental Integrada al proyecto de central térmica de Ariño a fin de mantener una política mínimamente coherente en la lucha contra el cambio climático y para preservar la salud de la población, y el medio natural, en una zona ya muy castigada ambientalmente por la presencia de tanta central térmica.