Culmina con éxito el viaje organizado por Turcón-Ecologistas en Acción a la isla de Madeira.

Acaban de llegar y aún siguen respirando el aire fresco y limpio de los bosques de lauráceas. El grupo de participantes realizaron tres rutas de senderismo por las levadas más importantes de Madeira. El primer día eligieron el clásico “Ribeiro Frio-Portela”, con una distancia de 11 km. El segundo día viajaron al centro de la isla para visitar la ruta de “25 fuentes”, y finalmente el último día realizaron la Levada “do Rei”, por el recóndito paraje de Ribeiro Bonito. A la vez que se visitó estos lugares, también pudieron observar algunos puntos turísticos de interés, por ejemplo, el Museo de Mimbres, en la población de Camacha, o la zona turística de Calheta, las cabañas de Santana, y por supuesto el espectáculo pirotécnico de fin de año de Funchal.

Para saber más:

LA PERLA DEL ATLÁNTICO, EL PARAÍSO DEL SENDERISTA

Son algunos de los “lemas” de cómo se conoce a esta isla de la macaronesia. Madeira (del portugués madeira, madera; adaptada al español como Madera, hoy en desuso)[1] es un grupo de islas atlánticas pertenecientes a Portugal y la Unión Europea. Consta de dos islas habitadas, Madeira y Porto Santo, y tres islas menores no habitadas, llamadas colectivamente Islas Desertas, que, junto con el archipiélago de las Islas Salvajes, forman la Região Autónoma da Madeira, región autónoma portuguesa, a menos de 400 km de Tenerife, 860 km de Lisboa, y 770 km de la isla más cercana de los Azores.

Su origen volcánico está formada por un macizo montañoso que cae abruptamente al mar desde los 1862 metros de altitud del Pico Ruivo, el punto más alto de la isla (1862 m) seguido de Pico de Arieiro (1810 m).

EL PR-18, Ruta por Ribeiro Bonito:

El sendero que ladea la Levada do Rei comienza en la Estación de Tratamiento de Aguas de Quebradas en São Jorge y finaliza junto al manantial de la ‘levada» en el espectacular Ribeiro Bonito.

Se caracteriza por un recorrido inicial que atraviesa una zona forestal mixta, marcada por algunos ejemplares de la vegetación autóctona. Por otro lado, este trozo inicial deja vislumbrar los bonitos paisajes agrícolas panorámicos de São Jorge y Santana. Desde la mitad del recorrido, que se prolonga a lo largo de la ladera viniendo del interior de la isla, la ‘levada» entra en una espectacular área de foresta natural rica en biodiversidad natural.

Los túneles formados por la lujuriante vegetación y la gran variedad de especies que podrá encontrar son excelentes ejemplos vivos del potencial natural, mientras que la bonita levada es testigo del valioso patrimonio cultural de la isla.

Finalizando junto a Ribeiro Bonito, podemos afirmar que se sentirá en un auténtico santuario natural. Esta es una de las áreas de Laurisilva, Patrimonio Mundial Natural de la Unesco desde 1999, donde la cubierta vegetal genuinamente madeirense conoce su exponente máximo y cuya localización y aislamiento provocan una sensación de regreso a la época del descubrimiento de la isla.

La constante presencia de agua limpia en este lugar intensifica la vida que por aquí abunda y permite una gran diversidad de especies. Podrá deleitarse con la belleza de los majestuosos tiles centenarios (Ocotea foetens), de los laureles (Laurus azorica), de los viñáticos (Persea indica), de los pequeños pájaros como el reyezuelo listado de Madeira (Rugulus ignicapillus maderensis), el pinzón de Madeira (Fringilla coelebs maderensis), especies que hacen latir este ecosistema y le invitan al descanso y al placer de los sueños.