El Observatorio de Sostenibilidad en España (OSE) se constituyó en el invierno de 2004 basado en la Universidad de Alcalá. Su objetivo era ser una referencia creíble y rigurosa para ser un referente del estado de la sostenibilidad para la sociedad y los decisores políticos. Según los estatutos habría que hacer un informe en cada primavera que influyese en las decisiones políticas del año. Además, se harían informes sobre diferentes aspectos de la sostenibilidad con objeto de tener repercusión y lanzar temas para llamar la atención de la sociedad y que se pudieran mejorar o corregir en el futuro.

Sin embargo, el OSE lleva ya unos años incumpliendo los objetivos y las expectativas para las que fue diseñado:

En enero del 2011 todavía no ha presentado el informe del año 2010. Durante todo el año 2010 solo se presentó un informe en abril. La presentación del informe anual, se llevará a cabo con más de un año de retraso, esta situación ya sucedió en el 2008. Durante ese año, y con un gasto de más de 800.000 euros, sólo se realizó un informe de unas 150 páginas, Agua y Sostenibilidad, que en gran parte se subcontrató fuera del OSE.

En el 2010, fue el año de Biodiversidad, por ello el OSE iba a realizar un informe sobre este tema. Este informe o no se hizo o no se presentó.

Por otra parte, los contenidos y los temas tratados en los últimos informes no han sido redactados en todos los casos por los máximos expertos nacionales o internacionales en esas materias.

El OSE, ya desde hace tiempo, intenta no herir susceptibilidades, evitar la confrontación, tanto en temas sociales como en los ambientales, donde se repiten adoleciendo de un análisis diferencial los comentarios y datos de “El Perfil Ambiental”, publicación directamente dependiente del Ministerio.

La financiación que recibe el OSE, proviene en su totalidad del Gobierno central, con intereses políticos y sectoriales que no siempre tienen que coincidir con la visión a largo plazo que exigen el análisis de la sostenibilidad. Cuando se creó el OSE se consideró que debía haber una parte de financiación importante pública que se complementaría con otras fuentes, siempre diversas, que aportaran autonomía y continuidad al proyecto, independientemente de la coyuntura política existente.

Durante estos años se han faltado informes del OSE sobre temas clave como la posición de España respecto a Cancún, los transgénicos, los regadíos, la continuidad o no de la central de Garoña, el trasvase Tajo-Segura, la política de costas, el almacenamiento de los residuos nucleares, la ley de economía sostenible, o la corrupción urbanística.

Para Ecologistas en Acción el OSE debería tener una participación predominante de la Administración (preferentemente de varios ministerios, Comunidades Autónomas incluso Ayuntamientos), sociedad civil, ONG y fundaciones. La sociedad civil debería estar representada en sus órganos de dirección para garantizar una transparencia y rendición de cuentas.

Para Ecologistas en Acción, el OSE es una entidad que parece totalmente necesaria, sobre todo si cumple sus funciones de hacer informes con independencia, profesionalidad y rigor. Por lo tanto es necesario que retome las funciones para las que fue creado.