Un año más, se ha celebrado la XVII repoblación en el campo de maniobras de la sierra de Chinchilla, el domingo 13 de febrero en Pozo Lorente, en el paraje denominado “La Breña” que forma parte del Monte de Utilidad Pública nº 103. La zona elegida estuvo afectada por el incendio provocado por las actividades del ejército en el verano del año 2009 y está próxima a la valla que delimita la zona militar.

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Imagen durante la repoblación

A lo largo de una jornada que hemos planificado de forma pacífica, “civil” y festiva, se han plantado más de 200 ejemplares de sabina, carrasca, romero, retama, entre otros, y donde han participado más de treinta personas llegadas de Albacete, Alatoz, Almansa y de la vecina provincia de Valencia, además de la propia localidad de Pozo Lorente, algunas de ellas acompañadas de sus hijos, que han sido esta vez los protagonistas de la jornada, al reivindicarse que puedan disfrutar en un futuro próximo del parque natural en el que deberían convertirse los terrenos ocupados por las actividades militares.

Después de casi dos décadas cuestionando el uso de la Sierra de Chinchilla, Ecologistas en Acción ha aprovechado la ocasión para llamar la atención y denunciar que es aquí “donde se cuecen las guerras”, y que son 14.000 hectáreas de gestión negligente y planificación del terror. Por eso pedimos la reconversión de su uso, para que los municipios afectados puedan hacer un uso civilizado y social de estas tierras.

Ecologistas en Acción recuerda que, en los últimos años, asistimos a un crecimiento inconcebible para una “ciudad para la paz” (como se empeñan en declarar desde el Ayuntamiento y la Junta) de las actividades militares en nuestra provincia: añadido a este campo de maniobras vemos como se produce la ampliación de la Base Aérea, con la presencia de la OTAN y su escuela de pilotos; a la contribución a la industria bélica con Eurocopter, y a las fuertes inversiones del Estado y la propia Junta para la formación de los jóvenes en la industria aeronáutica con fines militares. Por estas razones mantienen su compromiso de continuar reivindicando, cada año que dure la ocupación, que la sierra debe dejar de ser un lugar de guerra para convertirse en lugar de paz.