Diversas organizaciones sociales y políticas -entre ellas Ecologistas en Acción- se están movilizando a favor de la implantación de un Impuesto a las Transacciones Financieras y por la supresión de los paraísos fiscales.

Bajo el lema ‘¡Que paguen los bancos!', se trata de la primera jornada de acciones descentralizadas en Europa reivindicando esta tasa para que el sector financiero –responsable de la actual crisis económica, social y ambiental- asuma la responsabilidad.

El jueves 17 de febrero hay programadas acciones en diferentes ciudades del Estado español en apoyo a la campaña «Impuesto a las Transacciones Financieras ¡Ya! Paraísos Fiscales ¡No!.

En Madrid se realizó una acción relámpago en la Puerta del Sol para acompañar la entrega en el registro del Ministerio de Economía de una carta dirigida a la Sra. Ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado (véase abajo). También están presentándose mociones de apoyo a las propuestas de la campaña en ayuntamientos, diputaciones y parlamentos autonómicos.

Todas estas actividades responden a la campaña iniciada en diciembre 2010 por organizaciones sociales, sindicales y políticas, entre ellas Ecologistas en Acción.

El 17 de febrero coincide con el Día de Acción Global que diversos movimientos sociales, redes y ONG han acordado para 2011, año que coincide con la presidencia de Francia en el G20. Otras jornadas de acción global y protesta tendrán lugar durante las cumbres en Francia del G-8 en mayo y del G-20 en noviembre.

La campaña «Impuesto a las Transacciones Financieras ¡Ya! Paraísos Fiscales ¡No! hace un llamamiento a las ciudadanas y los ciudadanos a participar en la lucha contra los poderes de la banca en la sombra y la especulación financiera que son los que han causado esta crisis sistémica global, creando desempleo, pobreza, recorte de derechos, destrucción ambiental y hambre alrededor del mundo. Y para ello nada mejor que pedir que se instauren impuestos internacionales para disuadir a los especuladores y redistribuir la riqueza en el planeta.

También se busca acabar los paraísos fiscales, responsables del fraude y evasión fiscal que vacía las arcas públicas, que permite que las multinacionales no paguen impuestos, además de la financiación del crimen organizado, vehículo de la corrupción social y política generalizados. Queremos que se cierren estas cuevas del crimen donde se esconden y desde donde actúan los especuladores internacionales, poderes económicos, corruptos y criminales.

- Más información: http://itfya.wordpress.com

Carta de la Ministra de Economía y Hacienda Elena Salgado

Estimada Sra.:

Las organizaciones de la sociedad civil abajo firmantes instamos al Gobierno de España a impulsar, junto a otros gobiernos europeos, la adopción de medidas alternativas contra los ajustes fiscales, como la aprobación y puesta en marcha inmediata de un Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), junto con un marco regulatorio que ponga coto a los paraísos fiscales. Por ello le instamos a que proponga ambas medidas en la próxima reunión de Ministros de Economía y Finanzas e los países del G20 a celebrar en París los días 18 y 19 de febrero de 2011.

Debido a la fuerte presión social de estas organizaciones y otras 200 redes de 23 países, la implantación mundial del ITF fue incluida en la agenda de la reunión del G20 en Seúl. Lamentablemente, la propuesta no fue ni tan siquiera tomada en consideración en la cumbre, por lo que es más necesario que nunca incrementar las acciones tendentes a conseguir su implantación efectiva.

La profunda crisis global en la que ahora nos encontramos, ha llevado al paro a 32 millones de trabajadores, y está extendiendo el hambre y la pobreza en el mundo, principalmente en los países del Sur, incrementando los déficits fiscales, recortando los gastos sociales y aumentando la desigualdad.

Lo que resulta socialmente inadmisible es que se trata de una crisis con responsables claros, a los que no afectan las medidas adoptadas por los Gobiernos. Estos responsables son las personas e instituciones que controlan los mercados financieros, apoyados por unos gobiernos que, sin cuestionar en ningún momento la actual hegemonía de las finanzas sobre la economía productiva, les han permitido alcanzar un volumen de actividad desmesurado, escasamente gravado e insuficientemente sometido a control o regulación. Los gobiernos de la Unión Europea no han dudado en aplicar a la ciudadanía de sus países dolorosos planes de ajuste basados en recortes sociales – con un significativo retroceso del Estado de bienestar en materia de pensiones, derechos laborales y salarios- y de la Ayuda Oficial al Desarrollo, y en dar prioridad a la lucha contra el déficit sin abordar la necesidad de gravar adecuadamente al sector financiero ni revisar la fiscalidad de las grandes fortunas, ni menos aún tratar de evitar la evasión fiscal practicada por las compañías multinacionales a través de los precios de transferencia.

Ante este escenario insostenible, social, económica y ambientalmente, los firmantes de esta carta exigimos la implantación inmediata de un Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF, o FTT en su acepción inglesa), y la lucha decidida contra la evasión fiscal, desarmando el entramado de los paraísos fiscales de modo que se recuperen recursos que legítimamente pertenecen a los ciudadanos y se generen otros adicionales suficientes para combatir las desigualdades sociales.

Desde Keynes hasta Stiglitz, pasando por James Tobin, numerosos economistas han advertido de que la falta de regulación de los mercados financieros lleva a la economía hacia la deriva especulativa estrangulando la economía productiva, que es la que genera bienes y servicios para satisfacer las necesidades sociales a la vez que crea empleo. Para hacer frente a esta situación, tanto los movimientos sociales como otras organizaciones de la sociedad civil vienen reclamando desde hace más de 10 años el establecimiento un impuesto global que regule estos mercados, y sirva a la vez para obtener recursos financieros que, penalizando fiscalmente las transacciones especulativas, impulsen el desarrollo de los países del Sur, ayuden a la financiación de la lucha contra el cambio climático y permitan establecer, mantener o fortalecer los sistemas de protección social en todos los países. Este impuesto, tendría además un efecto estabilizador sobre los precios de los activos financieros, favoreciendo el crecimiento económico y el empleo.

El ITF es una propuesta para gravar las transacciones financieras en un sector que favorece esencialmente la especulación a gran escala sobre las divisas y otros activos de la economía no productiva, pero también sobre los recursos energéticos e incluso sobre los alimentos –mientras 1.000 millones de personas no saben si podrán comer cada día- y el agua potable.

Su viabilidad técnica está fuera de toda duda, como reconoce el estudio del FMI y la reciente comunicación de la Comisión Europea al Parlamento y Consejo de Jefes de Estado. La dificultad no se encuentra en las barreras técnicas, que pueden abordarse y resolverse, sino en la voluntad política. Diferentes Jefes de Estado y de gobierno de la UE ya se han manifestado por su implantación, como es el caso de Merkel, Sarkozy y el propio Rodríguez Zapatero en la reciente cumbre de la ONU sobre los Objetivos del Milenio. Pero a estos gobernantes hay que exigirles no sólo la aplicación inmediata del impuesto, sino también la fijación de unos tipos impositivos que disuadan a los especuladores de seguir apostando en el casino financiero.

Aunque el alcance del impuesto ha de ser preferentemente global, se resalta la oportunidad de comenzar su aplicación en primer lugar en la UE o, por lo menos, en la zona euro, por ser un importante espacio económico desde donde podría después generalizarse. Su implantación es urgente porque favorece una salida de la crisis que antepone el interés de las personas al de las finanzas. Establecer un impuesto a las transacciones financieras especulativas es un instrumento que puede contribuir a hacer recaer los costes de la crisis en sus verdaderos culpables y servir al mismo tiempo para financiar otros objetivos de interés planetario, tales como el suministro de bienes públicos globales, la lucha contra la pobreza y sus causas, frenar el cambio climático y cumplir con el resto de los Objetivos del Milenio en España, en Europa y en el mundo.

Los firmantes de esta carta exigimos también a los gobiernos de la UE la adopción y promoción de medidas legales y administrativas concretas y eficaces para favorecer la transparencia financiera y combatir la evasión, el fraude fiscal y el lavado de dinero de todo tipo de delitos realizados a través de los paraísos fiscales o centros financieros para no residentes. La erradicación de los paraísos fiscales es perfectamente posible y es una exigencia política y moral que alcanza el más amplio consenso social.

Los paraísos fiscales son el auténtico agujero negro de las finanzas internacionales, facilitando que cada año salgan de forma ilícita un billón de dólares de los países en desarrollo. No existe justificación alguna para permitir marcos fiscales desiguales y la elusión de la responsabilidad fiscal de unos pocos (multinacionales y grandes fortunas) frente a los esfuerzos soportados por el resto de la ciudadanía.

Organizaciones firmantes: ADICAE, Alianza española contra la pobreza, ATTAC, CC.OO, Confederación Intersindical, Cristianos de Base, Ecologistas en Acción, FRAVM, Izquierda Anticapitalista, Izquierda Unida, Plataforma 2015 y más, Socialismo 21, UGT y USO.