La Plataforma Por un Río Vivo-No al Dragado del Guadalquivir ha presentado el Manifiesto por Un Río Vivo y comienza una campaña para recabar apoyos contra el dragado del Guadalquivir.

La Plataforma por un Río Vivo-No al Dragado del Guadalquivir, creada en marzo de 2004, viene denunciado de forma continuada la degradación del Guadalquivir, un problema que se vería agravado si se llevase a cabo el dragado del río que proyecta el Puerto de Sevilla.

Los estudios científicos demuestran que en su actual estado, un dragado de 8 metros es totalmente inviable. En éstos se afirma que excepto la reinundación de llanos mareales en Doñana, todas las actuaciones previstas sobre el río –incluyendo el dragado a mayor profundidad- repercuten negativamente en el Estuario del Guadalquivir.

El documento de conclusiones de la Comisión de Científica dice claramente que para salvar el estuario y las actividades socioeconómicas y ambientales que de su buen estado ecológico dependen, se precisa incrementar los aportes de agua dulce, conectar los antiguos brazos del río al cauce principal y recuperar llanos mareales y que hasta entonces no se puede plantear ninguna de las actuaciones que sectorialmente se han solicitado.

La Plataforma por Un Río Vivo-No al Dragado del Guadalquivir está formada por las organizaciones ecologistas más representativas del país (Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF-España), la Federación de Arroceros de Sevilla, Ayuntamientos ribereños, asociaciones de agricultores y grupos ecologistas locales, científicos y profesores de la Universidad.

Lola Yllescas (Ecologistas en Acción) y Eva Hernanadez (WWF) como representación ecologista, Julian Borja en representación de los sectores económicos afectados por el Dragado y Julian García Espuny en nombre de los ayuntamientos ribereños han repasado los distintos aspectos por los que la Plataforma de opone al Dragado dejando claro que se exigirán las responsabilidades oportunas de llevarse a cabo porque se haría con conocimiento de causa tras el claro pronunciamiento de la Comisión Científica.

Manifiesto contra el dragado del Guadalquivir

El río Guadalquivir es un eje vertebrador de Andalucía y desde épocas inmemoriales se han ido situando a lo largo de sus orillas numerosas culturas aprovechando la riqueza de recursos que ofrece, tanto a nivel económico como de bienestar: pesca, salinas, agricultura, navegación, etc.

Su estuario es un espacio de extraordinario valor natural, social, cultural y económico, se extiende desde la presa de Alcalá del Río hasta su desembocadura y está amparado por varias figuras de protección como la Reserva de Pesca del Estuario del Guadalquivir, con más de 20 especies de peces comerciales, o el Espacio Natural de Doñana, de prestigio y reconocimiento internacional.

Actualmente el Bajo Guadalquivir se encuentra bajo una de las mayores amenazas de su historia, un DESCOMUNAL dragado de 80 Km DE LONGITUD Y 90 METROS DE ANCHURA que plantea profundizar UNOS 2 METROS el cauce de este río, con el objetivo de que lleguen hasta el puerto de Sevilla buques de hasta 300 m de eslora y 40 m de manga, lo que obligará a ampliar aún más la canal de navegación en determinados tornos (curvas) del río.

Tal como se deduce del Dictamen de la Comisión Científica, que en su día se creó para diagnosticar las consecuencias de este dragado, la pretendida navegación de más y mayores barcos, incrementaría el problema de erosión ya existente en las orillas del río (en el Parque Nacional de Doñana la orilla ha retrocedido entre 10 y 30 metros en los últimos 43 años); provocaría la erosión de los márgenes del rio, afectando al mismo Parque Nacional de Doñana.

Igualmente el dragado afectaría al ecosistema natural del río, ya suficientemente dañado, provocando la pérdida de la calidad de sus aguas que traerán consigo la merma de las actuales actividades económicas como el cultivo del arroz, del que dependen de una u otra forma miles de familias en el bajo Guadalquivir, o la pesca, igualmente amenazada por la disminución de la calidad del agua y por el incremento de su turbidez. La profundización del río cambiará la dinámica fluvio-marina del estuario, ya afectada, entre otros factores, por dos siglos de intensas intervenciones (rectificaciones, cortas, canalizaciones…) y por la escasez de aportaciones de agua dulce. Estos cambios también repercutirán, a largo plazo, en las playas del estuario y las que se encuentran a su este y oeste, afectando a su potencial turístico. El desarrollo de la obra también provocará impactos sobre flora y fauna de posible irreversibilidad y removerá sedimentos estabilizados peligrosos para la salud de las personas y el ecosistema.
Así mismo, los lodos pueden asfixiar y poner en grave riesgo la riqueza ecológica de los corrales de pesca de Rota (catalogados como monumento natural) y Chipiona.

El elevado coste económico que tendrá este proyecto, al que hay que sumarle el de la esclusa de Sevilla ya realizada de 160 millones de €, será de difícil amortización, teniendo en cuenta los costes no contabilizados de las afecciones sociales y ambientales.

Por todo ello, los abajo firmantes solicitan a las autoridades competentes e instan a los todos los vecinos y usuarios del Guadalquivir a exigir:

- Que no se autorice el dragado.

- Que se asuma y se ponga inmediatamente en marcha una gestión integral del estuario del Guadalquivir, con un órgano coordinador de las distintas administraciones (local, autonómica y estatal) y un plan de acción que recoja las recomendaciones del estudio científico realizado, a fin de evitar la “tendencia actual que lleva al colapso al estuario y a la costa que de él depende, y por tanto al Parque Nacional de Doñana, cuyas marismas forman parte del propio estuario” , según se indica en el propio Dictamen.

- Que se incorporen las conclusiones de la Comisión Científica a las determinaciones del Estudio de Impacto Ambiental de 2003, y que las citadas recomendaciones se sometan, igualmente, a exposición pública

- Que se respete a la población del entorno del Guadalquivir, se escuche su opinión en relación con las decisiones que afectan al río y a las actividades de las que dependen sus condiciones de vida.

- Que se garantice un desarrollo sostenible para el entorno del estuario del Guadalquivir, sin poner en peligro la supervivencia futura de sus valores sociales, naturales, culturales y económicos.

- Que se asegure la conservación del estuario, de su fauna, de su vegetación y de sus procesos naturales.

- Que se asegure la conservación de Doñana, como área íntimamente ligada al estuario, mediante la preservación y mejora de características hidrológicas del estuario del Guadalquivir.

- Que se formule una estrategia de futuro para el puerto de Sevilla realista y adaptada a las condiciones naturales existentes y al contexto portuario regional.

- Que en el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir (actualmente en exposición pública) se incluyan todas las actuaciones en el conjunto de la cuenca necesarias para garantizar lo anterior.

En Sevilla, a 14 de febrero de 2011.

PLATAFORMA “Por Un río VIVO”