A los 400 años del uso del telescopio como instrumento científico por Galileo.

Miguel Ángel Paredes Gil, Planetarista del Museo de la Ciencia y el Agua de Murcia, y Francisco Fernández Martínez, Campaña Cielo Oscuro en la Región de Murcia. Revista El Ecologista nº 61

Desde siempre el hombre ha mirado al cielo con curiosidad, intentando explicar el Universo. A partir de esas observaciones se pudo medir el tiempo y hacer predicciones, pero las limitaciones de la visión humana llevaron a numerosas conclusiones erróneas. El telescopio fue el instrumento tecnológico que a partir de 1609 –y en manos del genial Galileo– cambió la cosmovisión de la humanidad para siempre.

Hasta ese momento la gente aún daba por cierto el modelo geocéntrico que desarrolló Ptolomeo en el siglo II, inspirándose en las ideas de Aristóteles. Así, se imaginaba a la Tierra inmóvil en el centro del Universo alrededor de la cual giraban el sol, la luna, los planetas y el fondo de estrellas. Galileo observó que la Luna tenía una superficie irregular y que en el Sol había manchas, con lo que no eran superficies perfectas e inmaculadas como creía Aristóteles. Además, comprobó que la Vía Láctea estaba formada por multitud de estrellas lejanas, de modo que el Universo era mucho más grande de lo pensado.

El descubrimiento de satélites orbitando Júpiter y la observación de las fases de Venus –inapreciables a simple vista pero evidentes con telescopio–, consecuentes con Venus orbitando al Sol, fueron las pruebas definitivas de que el sistema de Ptolomeo era incorrecto. Además, en ese maravilloso 1609 otro gran astrónomo, Kepler, publicó su obra Astronomía Nova en la que demostraba que las órbitas de los planetas eran elípticas y no circulares, con lo que las predicciones teóricas de la posición de los planetas en el cielo comenzaron a coincidir con las observaciones.

El Año Internacional de la Astronomía, propuesto por la Unión Astronómica Internacional y aprobado por la UNESCO (www.astronomia2009.es), se plantea como una oportunidad para acercar a todo el mundo esta fascinante ciencia. Se parte de una gran organización a nivel mundial con responsables nacionales y nodos locales, y se proponen proyectos a nivel internacional –proyectos pilares– y otros de ámbito nacional o local. Los proyectos pretenden llegar a un público amplio y variado mediante exposiciones, observaciones públicas y otras muchas actividades divulgativas y relacionadas con la educación. También se tratan temas tan importantes como el de la igualdad o la herencia cultural asociada a la Astronomía.

Descubre el Cielo Oscuro

Uno de los proyectos pilares es Descubre el Cielo Oscuro. La contaminación lumínica es un grave problema medioambiental, pues una iluminación inadecuada resulta muy contaminante, un despilfarro de los recursos del planeta y una importante amenaza para la biodiversidad. Pero además, como es lógico, nos impide observar los objetos celestes. Así pues, la falta de un cielo nocturno libre de contaminación lumínica impide fomentar el interés por la Astronomía, dificulta el desarrollo de una adecuada cultura científica y contribuye a que haya cada vez un menor número de vocaciones científicas.

Dentro de este proyecto pilar se han desarrollado recientemente los experimentos de medición de la contaminación lumínica Globe e IACO, actividades que, por ejemplo, Ecologistas en Acción ha difundido ampliamente, llamando a la participación.

Es importante poder disfrutar de un cielo oscuro siempre, pero muy especialmente en este año, momento idóneo para que comiencen a aplicarse de forma generalizada criterios eficaces de prevención de la contaminación lumínica y se apueste por un alumbrado exterior más racional y respetuoso con el medio ambiente así como por legislaciones al respecto en línea con las normativas más avanzadas que ahora mismo hay en Europa, cuestiones todas que se reclaman insistentemente desde Cel Fosc, Asociación contra la Contaminación Lumínica y también desde campañas como la Campaña Cielo Oscuro en la Región de Murcia.