Este jueves, 7 de abril, miembros de Ecologistas en Acción han realizado un paseo antinuclear por el centro de Huelva para repartir octavillas con información y argumentos contra el uso de la energía nuclear.

Uno de los objetivos del paseo era también la búsqueda de empresarios y políticos consecuentes, partidarios del negocio nuclear, para trabajar como «liquidadores» en las arriesgadas tareas de desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima que probablemente duren muchos años.
La búsqueda no dio resultados.

Hace 25 años desastre en Chernóbil, ahora en Fukushima:

¡NO A LA ENERGIA NUCLEAR EN TODO EL MUNDO!

El terremoto y tsunami ocurridos en Japón han generado graves pérdidas de vidas humanas
y recursos que ahora se ven agravados por el desastre ocurrido en la central nuclear de
Fukushima.

Como ocurrió en Chernóbil hace 25 años las emisiones y vertidos radiactivos impiden la
vida humana en un radio de muchos kilómetros, a la par que liberan sustancias que se
extenderán incontroladamente generando nuevos riesgos para la salud de los seres vivos
de todo el planeta. Cientos de miles de personas han sido evacuadas y probablemente
nunca podrán volver a sus casas.

La pesadilla de Fukushima no se acabará con el enfriamiento de los reactores ni el control
del escape radiactivo. Cuando esto se produzca, para lo cual aún faltan meses, deberán
proceder al desmantelamiento de los reactores y a la descontaminación del sitio, tarea que
durará muchos años con graves riesgos para la salud de los trabajadores “liquidadores”y
enormes gastos económicos.

Esta trágica situación nos alerta sobre el enorme peligro que significan las instalaciones
nucleares para la supervivencia, demostrando UNA VEZ MÁS que la tecnología y el dinero
no salvan vidas una vez producidas las tragedias.

Exigimos que los gobiernos se concentren en asegurar el derecho a la habitabilidad, el
derecho a la salud y la soberanía alimentaria de millones de personas en el mundo. La
energía nuclear para aprovisionamiento de energía y más aún con fines bélicos, deben
parar.

En cuanto a los dueños de las compañías eléctricas y los políticos defensores del negocio
nuclear, es la hora de que se presenten como voluntarios para trabajar como “liquidadores”
en Fukushima, como consecuentes defensores de la aceptabilidad del riesgo nuclear.

¡CHERNÓBIL Y FUKUSHIMA SON SUFICIENTES! ¡NO A LA ENERGIA NUCLEAR!